
Escrito por Miguel Iturria Savon
El Cotorro, La Habana
19 de junio de 2011
(PD) En sus palabras sobre la XIV edición del Festival de Cine Francés en Cuba, programado del 2 al 23 de junio en seis salas de La Habana y una de Santiago de Cuba, el embajador Jean Mendelson expresó que "Para Francia constituye su más importante festival de cine en el extranjero... y que "el público cubano tendrá la oportunidad de descubrir una selección de películas que, de la comedia al drama, pasando por el documental, refleja la riqueza del cine francés contemporáneo, y abre nuevos espacios para la reflexión, además de disfrutar de la presencia de una delegación de artistas, entre los cuales figura la revelación del año 2010, la actriz cubana Yahima Torres, premiada por su actuación en La Venus Negra".
Organizado por Cinemanía, la Alianza Francesa, el ICAIC, la Cinemateca de Cuba y UniFrance, y patrocinado por Peugeot, AirFrance, Havana Club, Occidental Miramar y otras corporaciones, el evento del 2011 se reduce al Acapulco, Chaplin, Infanta (1 y 2), Glauber Rocha y Yara, en La Habana, con inauguración colateral en el Rialto de Santiago de Cuba y posibles exhibiciones en otras salas del país.
Además de Yahima Torres, la delegación gala la integran directores, actores, guionistas y promotores, que presentan sus filmes y conceden entrevistas durante la primera semana, entre estos el realizador Jacques Perrin y el coguionista Francois Sarano, creadores del impresionante documental Océanos, que inauguró la Muestra el jueves 2 en el Chaplin y se repuso el 12; Philippe Lioret, director de los largometrajes Welcome y Madeimoselle; el productor Emilio Maillé (La vida loca), y el actor Louis Ronan Choisy (El refugio).
Entre sorpresas, emociones y sonrisas, disfrutamos la solidez dramatúrgica, la variedad de escuelas, el virtuosismo de las actuaciones, la originalidad de las historias y el protagonismo de los discípulos de Lumier, en cuyas cintas palpitan los dilemas de la sociedad francesa actual en armonía con retos y engarces de otras latitudes.
La edición del 2011 incluye una veintena de obras de ficción y seis documentales que desdibujan los límites entre realidad y ficción. Sin carácter competitivo, las películas francesas entretienen y hacen pensar, además de oxigenar la cultura insular, fertilizada por aquellos inmigrantes del siglo XVIII que dejaron sus huellas en el comercio, la industria azucarera y del café, la perfumería, la culinaria y la música insular.
Dentro de la variopinta selección se inserta el homenaje a la versátil actriz Sandrine Bonnaire, protagonista de Madeimoselle, Premio a la Mejor actriz en el Festival de Cine Romántico de Cabourg; A nuestro amores, Premio César al Mejor filme y Mejor Actriz junto a Louis Delluc; Sin techo ni ley, galardonada con el César a Sandrine y el León de Oro y el FIPRESCI; La ceremonia, premios Lumier y César a Mejor Actriz y Copa Volpi en el Festival de Venecia; Juega la reina y el documental Ella se llama Sabine, con el cual debutó en el 2007 como
guionista y directora.
En Madeimoselle, Sandrine Bonnaire actúa con Jacques Gamblin, Isabelle Candelier, Zinedine Soualem y Jacques Boudet, bajo la dirección de Philippe Loiret. La Sandrine interpreta a Claire, una joven sin historia, casada y con dos hijos, que ejerce como visitadora médica, pero se transfigura al cruzarse con un actor medio chiflado transformado en payaso triste a fuerza de alegrías.
Los cinéfilos buscan, además, La chica del tren, del director André Tecluné, una narración del 2009 acerca de una mentira convertida en suceso político sobredimensionado por los medios de comunicación; De hombres y dioses, de Xavier Beavois, inspirada en la vida de los monjes cistercienses de Tibhirine, Argelia, secuestrados en 1996; La Venus Negra, de Abdallatif Kechiche; La oficina de dios, de Claire Simon; los niños de Timpelbach, de Nicolas Bary; El canto de las novias, del realizador Karin Albou, y El refugio, de Francois Ozon, que obtuvo el Premio Especial del Jurado de San Sebastián.
La Venus Negra, interpretada por Yahima Torres, André Jacobs y Olivier Gourviet, retoma con gracia y desenfado la vida de la Venus Hotentote, seudónimo de Saartijie Baartman, la joven de una tribu sudafricana que llamó la atención de los occidentales del siglo XIX por sus nalgas espectaculares.
Una retrospectiva de documentales observan la naturaleza, el arte y la realidad desde la percepción de los creadores franceses; apuesta poéticas, crudas o alusivas, como La vida loca, coproducido con España y México en el 2009, sobre las rivalidades entre las pandillas Mara 18 y la Mara Salvatrucha en El Salvador; Brook por Brook, retrato íntimo, en torno al famoso dramaturgo inglés Peter Brook, quien evoca ante su hijo Simon su carrera en el teatro, el cine, la ópera y los viajes; Operación Luna, de William Karel; Ray Lema: un mundo a compartir, acerca del músico africano; más los espectáculos fílmicos Fedra, de Stéphane Metge y Patrice Chéreau, inspirado en la tragedia de Jean Racine, y El conejo cazador, de Guy Seligmann.
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Fotos: Cortesía de Miguel Iturria
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