miércoles, 27 de julio de 2011
Comunicadores comunitarios
Wednesday, July 27, 2011 | Por Lucas Garve
LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) – Los olvidados, por llamarlos de algún modo, son una cara oculta de la sociedad cubana. En esta categoría entran no son sólo quienes viven sin hogar y completamente al margen de la sociedad, también muchas personas que enfrentan dificilísimas condiciones de vida, debido a todos los problemas existentes en el país. Gente que no encuentra ayuda ni solución a los problemas que los agobian; a veces por la insensibilidad social y otras por la absurda burocracia que nos ahoga.
A manera de ejemplo, les dejo algunos reportes de miembros de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, dirigida por Marta Beatriz Roque Cabello; red encargada de revelar casos como el de Daniel a través de su el sitio web. Estas personas, ignoradas por el Estado, la sociedad y a veces hasta por su familia, reciben de los miembros de la Red la solidaridad humana y la posibilidad de hacer visibles sus situaciones.
“Desde los 18 años comencé a ser rechazado por el esposo de mi mamá, la cual falleció en el año 1998. Este señor me negó la entrada en la casa, dejándome en la calle sin importarle mi suerte y lo que pudiera ocurrirme” – expresó a la reportera Lázara Mijtans, Daniel Hodelín Ferrer, casado, nacido en Santiago de Cuba, y residente en La Habana, en el municipio 10 de octubre.
“A la entrada de mi vivienda tengo una fosa de aguas albañales hace 3 años y para entrar en mi casa tengo que poner tablas y piedras. Me he quejado al acueducto y me dicen que ese problema lo tengo que resolver yo con mis propios medios. Imagínese usted, a mí me quitaron la pensión y soy una vieja que no tengo ni para comprar los mandados, así que tengo que seguir con el mal olor y con el miedo a caerme” –refiere Elena García García, residente en calle Seguí entre Obispo y San Andrés, municipio Guanabacoa. Reportó Yadira Rodríguez.
“Llevo viviendo en esta casa 52 años; aquí crié a mis 8 hijos y el gobierno nunca me ha ayudado en nada, ni cuando ellos eran pequeños y pasaba un trabajo de madre. Hubo días en que me acosté sin comer. La vida que he llevado y que llevo no se la deseo a nadie. He pasado muchos ciclones y esta casa cada vez está peor. Esta casa es de madera y cartón y no tengo recursos para arreglarla, y además, el gobierno no nos da materiales para mejorarla. Todo esto está podrido y se me moja por todas partes, me tengo que volver una artista para cuidar lo que tengo, que no es mucho” –cuenta Manuela Aleida Ávila, residente en el municipio Boyeros. Reportó José Díaz.
Mientras el gobierno envía a miles de profesionales cubanos a otros países a cumplir supuestas misiones internacionalistas, en muchas villas miserias del país viven innumerables familias cubanas, olvidadas por las autoridades, sin recibir ningún tipo de ayuda social.
En otros países los llaman okupas, homeless, sin domicilio fijo, desamparados, inadaptados sociales, etc. En Cuba ni siquiera tienen nombre, porque supuestamente no existen, permanecen ocultos tras la cortina de desinformación gubernamental.
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