jueves, 28 de julio de 2011
El conveniente silencio de Raúl Castro
Raúl Castro no habla porque no tiene nada que decir ni resultados que mostrar, ha asegurado Yoani Sánchez.
martinoticias.com 28 de julio de 2011
Foto: Reuters “No habla, porque aunque quisiera, no tiene las facilidades oratorias, el magnetismo ni el carisma personal para apoyar su mandato en la oratoria. Ha tratado de apoyar su mandato en el pragmatismo y la eficiencia, pero los resultados desmienten su labor, concluyó Yoani.
Representantes de tres generaciones de cubanos han coincidido en que el general Raúl Castro –aparte de ser un pésimo orador- no tiene nada que decir, nada que pronosticar, nada que prometer y se avergüenza de que la realidad lo desmienta constantemente.
EFE
El líder disidente Vladimiro Roca Antúnez, exoficial de la Fuerzas Armadas y, por su origen, cercano a la cúpula castrense, cree que la ausencia de Raúl Castro en los podios se debe a viejos traumas provocados por la aplastante imagen de su hermano que lo mantuvo siempre en un segundo plano.
Agregó Roca que el actual gobernante cubano tiene mas capacidades para la conspiración que para la oratoria y manipulación de las masas y por tanto no gusta de los primeros planos en las tribunas.
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Elizardo Sánchez Santa Cruz, contemporáneo de Vladimiro, opinó que Raúl ha querido marcar la diferencia con su hermano, quien solía abrumar a la ciudadanía con largos discursos, y establecer su propio estilo de dirección.
El periodista Reinaldo Escobar razonó sobre la responsabilidad del individuo en cuanto a su discurso y consideró que el gobernante cubano ha aprendido la lección de que cuando se afirma, promete o critica algo, hay que ser luego consecuente con ello.
EFE
Escobar añadió que el menor de los Castro se ha tornado conservador en eso de pronosticar idealidades y prometer paraísos en las celebraciones de los 26 de julio, tradición que había impuesto Fidel Castro, rehuye la obligación y encarga de ello a algún subordinado, para no ser luego citado como un nuevo embustero.
La socióloga cubana Míriam Celaya, luego de catalogar al gobernante como un hombre falto de emociones y poco elocuente, con cierta chatura en la personalidad, apuntó que es poseedor de cierta astucia que lo lleva a hablar menos, por prudencia o conveniencia.
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Señaló también Celaya que el conveniente silencio de Raúl Castro puede deberse a que como gobernante le sea muy difícil asumir las responsabilidades, las consecuencias de lo que provocó su hermano.
La socióloga apuntó que en esta coyuntura a Raúl le ha tocado reconocer la crisis en su totalidad, mientras Fidel Castro transitó por la época gloriosa del inició y la popularidad para dejar al nuevo gobernante sumido en la miseria, el desencanto, la falta de fe, el inmovilismo, la pobreza y la apatía.
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El filólogo y periodista independiente Juan González Febles, fue más escueto y tajante: “él (Raúl Castro) siempre que pueda delegar los discursos en alguien, lo va a hacer, simplemente porque no le gusta hablar. Pienso que está siendo él mismo por primera vez.
La bloguera cubana Yaoni Sánchez precisó que Raúl Castro no habla porque no tiene nada que decir ni resultados que mostrar, y prefiere el silencio a tener que explicar que ninguna de sus promesas anteriores han sido cumplidas.
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“No habla, porque aunque quisiera, no tiene las facilidades oratorias, el magnetismo ni el carisma personal para apoyar su mandato en la oratoria. Ha tratado de apoyar su mandato en el pragmatismo y la eficiencia, pero los resultados desmienten su labor, concluyó Yoani.
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