jueves, 28 de julio de 2011

El dinero y la raza, claves en el trato médico a cubanos



Los que más sufren las consecuencias del desastre de la salud pública en Cuba, son los más pobres y los de raza negra generalmente con menos poder adquisitivo, individuos de “tercera categoría” que no tienen cómo “estimular” a los médicos.

martinoticias 28 de julio de 2011

Foto: Reuters

Un paciente en el hospital Salvador Allende de la capital.

“En Cuba hay un apartheid médico en todos los sentidos”.

El deterioro de los centros hospitalarios, la falta de personal especializado, de equipamientos, de instrumentos médicos y de medicinas fundamentales, ha acrecentado marcadas diferencias de clase entre cubanos, obligados a buscar por sus medios lo que el Estado no les provee.

En esta sobrevivencia impera la ley de “sálvese quien pueda”, que quiere decir tener, en efectivo o en especie, la vía para obtener desde medicamentos hasta el ingreso en un hospital.

Martinoticias tomó declaraciones de varias personas de pueblo que, por su condición humilde, sufren con especial crudeza esta discriminación.

Miriam Herrera Calvo, residente del municio Regla de Ciudad de La Habana, periodista independiente, ex enfermera, de la raza negra, refiere que está padeciendo de un nódulo de tiroides, y un fibroma gigante, y lleva un año sin poder resolver estos problemas de salud. Explica que cuando trató de operarse, en el hospital clínico quirúrgico La Benéfica,luego de una larga espera se le dijo que no le podían practicar la operación por “dificultades en los techos de los salones”.

Herrera Calvo incursionó en otros hospitales, como el Nacional, y tampoco obtuvo respuesta para remediar su padecimiento.

“Después de tanto caminar, yo estoy segura que no he podido resolver mi problema por no tener los medios económicos para estimular a los médicos. Eso se está usando muchísimo aquí, es una divisa para que a las personas se les pueda proveer el servicio de salud. Yo no he podido hacer eso”, destaca Herrera.

“En los diferentes hospitales que he visitado la población está muy alterada, muy presionada”, añade. “Se preguntan, podré resolver, no podré resolver, me atenderán, no me atenderán”. Agrega que los hospitales son deprimentes y hay mucha suciedad en ellos.

“El sistema de salud cubano tiene muchas fisuras, demasiadas fisuras”, destaca la periodista independiente. “Además de ser negra no tengo dinero, entonces ya la cosa se enreda, como decimos los cubanos”

Por su parte, la activista Eleonor Calvo de sólo 19 años, residente en el municipio Guira de Melena, Artemisa, señala que el gobierno cubano se vanagloria de la supuesta excelencia de la medicina cubana. Sin embargo, destaca, hay una gran diferencia entre las posibilidades de la elite y los extranjeros (que tienen en Cuba sus propios hospitales) con respecto a los cubanos.

“En Cuba hay un apartheid médico en todos los sentidos”.

“Más de 30 mil trabajadores de la salud se han ido a cumplir misiones en el extranjero, mientras en Cuba hay enormes carencias materiales que hacen muy difícil y trágico para los cubanos el acceso al sistema de salud”.

Las personas de la raza negra se perjudican aún más, añade Eleonor Calvo, por su menor poder adquisitivo e imposibilidad de llevarles regalos a los médicos, por lo que ser atendidos en los centros hospitalarios les cuesta más trabajo.

La atención médica para los cubanos “implica un costo económico, lo que hace que muchas veces las personas pobres y los negros se vean muy afectados”

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