lunes, 25 de julio de 2011

Hace un año


Escrito por Pedro Argüelles Morán


Ciego de Ávila


25 de julio de 2011


(PD) Hace un año o más, que el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana me comunicó por vía telefónica que yo estaba incluido en la lista de los que podrían viajar a España, si aceptaba partir y obviamente me negué a salir al destierro. También, el pasado 4 de julio cumplí cuatro meses de haber sido excarcelado, cuando debí serlo el 7 de noviembre pasado.

Este es mi segundo trabajo luego de mi excarcelación, ya que me encuentro estresado y en proceso de readaptación a una realidad muy distinta a la de las ergástulas comunistas y a la que existía antes de 2003, cuando fuimos secuestrados por la policía política como rehenes del régimen totalitario castrista. Ahora, en mi hogar y en mi entorno familiar y social, cargo con mis enfermedades adquiridas o desarrolladas durante los ocho años de confinamiento.

Con esos mismos ocho años de mi vida y de mi esposa, que nos fueron robados de forma impune por la malsana intolerancia y la perversa represión castrista para intentar entre otros objetivos, destruirnos, tanto personal como familiarmente. Aunque, gracias a Dios, no tuvieron éxito.

Aquí estoy, y seguiré mientras Dios lo quiera, de frente y en la lucha pacífica como periodista independiente contra la vil mentira, la demagogia, el populismo, la hipocresía, el cinismo, la corrupción galopante, la funesta brutalidad policial y los abusos que comete el régimen contra la población en nombre del amo del Palacio de la Revolución. No hay otra alternativa que la de continuar siempre adelante con nuestra lucha por alcanzar la ansiada transición a la democracia en una nueva Cuba. La patria en que se honre de forma permanente, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y se haga realidad el ideario martiano, el estado de derecho y la justicia social. Amén.

primaveradigital@gmail.com

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