jueves, 7 de julio de 2011

Irregularidades en caso de prostitución infantil en Cuba



Por el caso de la joven de Bayamo que murió asesinada en mayo del 2010 permanecen encarcelados una pareja de cubanos y tres italianos, a los que aun no se les ha celebrado juicio.

Joan Antoni Guerero/ Especial para martinoticias.com 07 de julio de 2011

Foto: Reuters "No sólo en Bayamo se ofrecen servicios sexuales, sino en toda Cuba; el Gobierno tiene a los cubanos pasando hambre y la gente, para comer, vende a sus hijos", manifiesta el italiano.

Luigi es un joven turista italiano que ha pasado varias temporadas en Bayamo. Hace un año que no regresa a la Isla. Y, de momento, ni tan sólo piensa hacerlo. Lo teme. El caso del asesinato de la niña que se prostituía con doce años en esa ciudad lo mantiene alejado del país, a pesar de que allí afirma tener todavía a su novia cubana. Ahora dice que sería mejor que ella se viniera a Europa. Las semanas que pasaba en la Isla, entre dos o tres, -una o dos veces al año, precisa-, se alojaba en casa de Luis Carlos y Sandra, los dos propietarios de la casa donde presuntamente habrían ocurrido los hechos que habrían provocado la muerte de la adolescente en manos de un grupo de turistas italianos. Hoy, tras más de un año de lo sucedido, aunque el caso sólo trascendió a la prensa hace seis meses, esta pareja cubana, que se ganaba la vida alquilando dos habitaciones de su hogar a turistas, permanece encarcelada en la prisión del Combinado del Este, acusada de complicidad en el asesinato. No ha habido juicio y, en consecuencia, tampoco una sentencia que los declare como culpables, pero, a pesar de ello, ya lo han perdido todo, denuncia ahora su amigo desde Italia.

Luigi está muy apesadumbrado con la situación por la que están pasando sus dos anfitriones cubanos -"son personas magníficas", exclama- y por ello ha decidido moverse para intentar llamar la atención sobre el caso, el cual corre el riesgo de quedar oculto como ha sucedido con tantos otros confusos procesos judiciales que tienen lugar en Cuba. El joven teme que la denuncia pública acabe perjudicando a sus amistades en la Isla, y pide mantener oculto su nombre real. A pesar de todo, desde la distancia cree que debe intentar hacer algo, por eso se ha puesto en contacto con varios blogueros que escriben sobre asuntos cubanos, para que el caso de Luis Carlos y Sandra sea de algún modo advertido. Él, de momento, no piensa en regresar a la Isla. "Viví en esa casa y quién sabe lo que le pueda pasar por la cabeza al gobierno cubano", asegura, mostrando sus temores a caer preso algún día en la Isla si tuviera el atrevimiento de volver a poner un pie en ella. "Ya no me siento más seguro de viajar a Cuba", reconoce.

Aunque consciente de que la prostitución en Cuba está al orden del día, él se muestra totalmente convencido de que la casa de Luis Carlos y Sandra no era espacio alquilado para prestar servicios sexuales con menores. "Luis Carlos y Sandra conocían bien la Ley cubana y nunca permitieron que ningún extranjero llevara menores a su casa; yo los conocí bien, y no había nada de eso, lo juro de corazón". Tras la revelación del caso de Bayamo se consideró que había puesto al descubierto una red de prostitución infantil en la Isla. "No sólo en Bayamo se ofrecen servicios sexuales, sino en toda Cuba; el Gobierno tiene a los cubanos pasando hambre y la gente, para comer, vende a sus hijos", manifiesta el italiano.

Con su denuncia, Luigi espera conseguir que el caso de Luis Carlos y Sandra no caiga en el olvido, pero lo fundamental, según él, es que se respeten sus derechos fundamentales. "Espero que en el futuro, antes de encarcelar a las personas solamente por sospechas se puedan probar las cosas y no esperar años por el juicio". Confía ciegamente en la inocencia de sus amistades y cree que detrás de las denuncias que los condujeron a la cárcel sólo hay "los chismes de los vecinos, las muchas envidias, por su casa nueva y por tener computadora". Si se tratara de eso, sería tremendo pensar que sólo por eso alguien pudiera desear la cárcel a otro.

Por el caso de la joven de Bayamo que murió asesinada en mayo del 2010 permanecen encarcelados también en Combinado del Este tres italianos, pero todavía no se ha celebrado el juicio. Recientemente la bloguera Yoani Sánchez intentó visitar a uno de ellos, Simone Pini, dado que él mismo se puso en contacto con ella para que le ayudara a denunciar su situación. El abogado que representa a los tres italianos no ha podido acceder al archivo de la acusación y el proceso, al parecer, está lleno de irregularidades.

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