Escrito por Juan Gonzalez Febles
Lawton, La Habana
24 de julio de 2011,
(PD) El refrán dice: “Si la vida da limones, hagamos limonada”, y se hizo limonada. El éxito y la trascendencia de la nueva red de twiter, ciertamente marcó una diferencia. Pero la nueva red social adolece de carencias severas en el medio viciado por el control totalitario impuesto en Cuba. Twiter cuenta con obstáculos difíciles de superar en el ambiente cerrado Cuba adentro.
Cada mensaje twiter pone algo en conocimiento del mundo y de una parte significativa aunque pequeña de la sociedad civil cubana, sobre el suceso que la dictadura y sus amarres tratarán de ocultar. Cada “twitazo”, cuesta un peso convertible (1cuc). Quizás fuera de Cuba la cifra parezca ridícula, en Cuba no. Es mucha la miseria y cuando se trata de los activistas de a pie susceptibles de estar en el momento y lugar adecuado, el twiter resulta algo parecido a un elefante blanco. Quizás en Túnez o en El Cairo, La Habana es diferente.
Entonces apareció Martínoticias. Algunos receptores de telefonía móvil comenzaron a recibir noticias y ese fue el comienzo de una nueva red, 100% cubana. Sin orden ni concierto, las noticias de Martí comenzaron a circular entre móviles, el círculo se amplió. Cada receptor de noticias de Radio Martí las divulgo entre el estrecho círculo de sus destinatarios recientes de mensajes. Como una telaraña, los móviles se interconectaron y apareció una nueva red social interna.
La nueva red demostró su valía cuando informó sobre la muerte de Osama Bin Laden. La noticia llegó a los teléfonos móviles en Cuba desde Radio Martí y esto tuvo un impacto memorable. Pero la apoteosis se produjo desde el entierro de Juan Wilfredo Soto García en Santa Clara. Los testimonios y reportes aportados en situ por Ángel Moya, Guillermo Fariñas y otros, se divulgaron entre móviles a lo largo de toda la Isla e incluso más allá. Luego y a tenor de esta red, ya desde arrestos, hasta noticias internacionales recorren el espacio en las alas de esta modesta aunque eficiente red.
La utilización de la red de telefonía móvil con propósitos de comunicación informal tiene todas las vulnerabilidades de cualquier servicio ofertado por el gobierno cubano. El estado cuenta con eficientes mecanismos de control para ambas redes, ya sea la novedosa e internacional de twiter, como la moderna, doméstica e informal de telefonía móvil.
Crucemos los dedos para que la amplia divulgación y la lenta aunque inexorable expansión del servicio de telefonía móvil, dificulten el empeño de control represivo que marca pauta y vocación para un régimen como el cubano.
Los aires de la modernidad soplan hacia un futuro de democracia y derechos. Llegó la hora de hacer saltar los pestillos y abrir todos a una las puertas y las ventanas a la libertad. A reenviar los mensajes recibidos a nuestros destinatarios de confianza. Cada uno que recibamos y reenviemos nos coloca cada vez más cerca,
¡hagámoslo ahora!
juanchogonzal@gmail.com
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