
Escrito por Juan Gonzalez Febles
Lawton, La Habana
14 de julio de 2011
(PD) El gran problema del gobierno cubano radica en el tedio. Ni su crueldad, ni su sadismo pueril, ni cosa alguna, supera al aburrimiento de vivir más de cinco décadas en la repetición de lo mismo, hecho por la misma gente.
Luego de la coreografía y show que montó el Comandante para que el discípulo amado se largue por la puerta grande, sigue adelante el conocido show del anti americanismo o para decirlo en el meta lenguaje oficial, el antiimperialismo.
Primero en el canal de la televisión oficial Multivisión, que tiene una magnífica oferta en las horas en que los niños y jóvenes deben estar en sus escuelas, las amas de casa trajinan y el resto “lucha” por la existencia, o cuando todos duermen en la madrugada, se exhibió un material sobre el pueblo de Boquerón, en Guantánamo. Boquerón es la primera línea, la primera trinchera en el siempre esperado choque con el imperialismo, que nunca será.
Allí se denunció a los marines y se les presentó como unos peligrosos dipsómanos, violadores, irrespetuosos, etc. Pero bueno, eso fue más de lo mismo en la misma forma. Lo mejor quedó para el canal estelar Cubavisión. Bajo los auspicios del exitoso bussines man e historiador de la ciudad, el señor Eusebio Leal Spengler, exhibieron un material sobre la heroica y mártir flota española al mando del almirante Cervera, hundida felizmente en 1898, al calor de la Guerra Hispano-Cubano-Americana. ¡Waoh!
Los mambises de Calixto García y los Rough Riders de Teddy Roosevelt deben haberse revuelto más de una vez en sus tumbas. Cubavisión nos dio una visión feliz hasta de Valeriano Weyler. A fin de cuentas, nuestro detestado mallorquín no tiene culpa de que los nazis hayan copiado y mejorado su reconcentración o que el Comandante la haya replicado con éxito en sus pueblos cautivos.
No se dijo cosa alguna sobre la loma de San Juan, del Caney, o del famoso “mensaje a García”, cuando un joven oficial yankee llevó un mensaje para coordinar operaciones militares al general Calixto García. De eso nada. Fue la apoteosis del clímax para las actuales colas en la embajada española para obtener la ciudadanía de aquel país.
El caso fue que los persistentes hispanos se fueron y de entre todos ellos, regresó uno. Este, dejó el huevo letal en el nido. Uno de los derrotados quintos españoles regresó y empolló en Birán. La revancha de Birán aún continúa. En el material de Cubavisión, por hablar, hasta lo hicieron los descendientes del infortunado o incompetente almirante Cervera.
No se dijo que nuestro mallorquín, Weyler, terminó sus días como opositor a la dictadura de Primo de Rivera (no existen los malos químicamente puros ni los buenos tampoco) o que el gobierno español de aquellos días era la versión de aquellos tiempos, de nuestros progres actuales. Esperemos que en esta oportunidad, nuestros fraternos, incondicionales y despistados yankees no la vuelvan a cagar con algún detalle aparentemente sin importancia, pero que sirva para denostarlos. La post modernidad no perdona ingenuidades.
Ojala que nuestra oposición (¿nuestra?) deje de ser fragmentada, que salgamos de la banda de Birán felizmente y que por fin, se termine definitivamente con aquello de una de cal y otra… de cal.
juanchogonzal@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario