Las vacaciones escolares significan para las madres cubanas una verdadera complicación que llega en muchos hogares a alcanzar tonos de tragedia.
martinoticias 14 de julio de 2011
Al sofocante calor de la canícula caribeña y la escasez de alimentos que en los críticos meses del verano se hace en la isla más manifiesta, hay que sumarle un nuevo problema: las vacaciones escolares, que para las madres cubanas significan una verdadera complicación, alcanzando en muchos hogares tonos de tragedia.
El gran obstáculo que se impone vencer es cómo alimentar a los hijos cuando éstos están en casa. Cubrirles sus necesidades nutricionales a lo largo del día con la canasta básica y un único panecillo diario por persona, resulta imposible. Las madres se ven obligadas a cambiar sus exiguos pesos cubanos por moneda convertible para comprar productos elementales como salchichas de calidad inferior o sobrecitos de polvos instantáneos para preparar refrescos.
Otro dilema es qué hacer con los niños durante estos dos meses de vacaciones. ¿A dónde llevarlos? En un país donde no hay campamentos de verano que brinden un programa integral de actividades recreativas, culturales y deportivas. En una sociedad donde los hoteles, piscinas, restaurantes, centros turísticos, marinas, etc, ofrecen casi todos sus servicios en peso convertible o divisas.
Públicos son algunos círculos sociales y, por ende, en su mayoría deteriorados y carentes de servicios básicos como agua en las duchas o refrigerios, más allá del carrito de granizado, el pirulí o el pan con “algo” de iniciativa independiente; también las playas, pero aún queda el inconveniente de cómo trasladarse hasta ellas en los sofocantes días de verano, en una isla donde el servicio de transporte público es de pésima calidad.
Tiempo atrás, en un intento de paliar estas necesidades que se hacen críticas en las vacaciones estivales, las autoridades idearon una programación televisiva especial para los niños, presuponiendo la permanencia de éstos durante todo el día pegados al televisor. Pero en los últimos años cada vez comenzó a ser más pobre y corto el horario de estas transmisiones de verano, con el agregado de la falta de fluido eléctrico que en muchas zonas de la isla golpea directo a la distracción de los infantes.
Yesmi Elena Mena, una mujer cubana de la ciudad de Santa Clara relata a martinoticias su testimonio como madre de dos hijos.
“En la provincia de Villa Clara sólo hay un parque recreativo llamado “Arcoiris” adonde pueden acudir los niños en sus vacaciones escolares pero a muy alto precio, equivalente a la divisa. Por otra parte es muy difícil llegar al lugar por su lejanía, y el transporte es pésimo”, nos dice.
“Incluso para aquellos cubanos que por su poder adquisitivo pueden pagar un campismo o un hotel, esto también se les imposibilita, porque la mayoría de estos hoteles se reservan en el verano sólo para los dirigentes”.
Un artículo del martes emitido por el periódico oficial del Partido Comunista, Granma, podría tratarse de una broma si no fuera porque este rotativo no tiene sentido del humor; lleva por título “Salas de televisión diversifican el verano en la isla”, ilustrado con una foto de lo que parece ser el aula de una escuela donde cuelga una gran bandera cubana, y numerosas personas permanecen sentadas quietamente ante un televisor.
En dicho escrito encontramos afirmaciones como estas: “cerca de 80.000 guantanameros residentes en zonas intrincadas del Plan Turquino tienen asegurado el disfrute veraniego mediante los servicios y actividades que ya les ofrecen las 162 salas de televisión en funcionamiento en esta provincia” (Esto da la cuenta de 493 personas por aula). Se añade que “en este periodo estival también se refuerzan las actividades dirigidas a conocer la vida y obra del Héroe Nacional José Martí y de los Cinco Héroes cubanos, presos injustamente en Estados Unidos por combatir el terrorismo”. Se destaca que “las salas de televisión se yerguen como un puntal para el disfrute del verano en la serranía, garantizando el incremento de la calidad de vida de los campesinos”.
Después de más de medio siglo de “logros de la Revolución” esta “diversificación” del verano que brinda el gobierno cubano a su pueblo, no necesita más comentarios.
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