La expansión de las Damas de Blanco y su creciente audacia explican el terror desatado contra el grupo de Santiago y sus alrededores.
Rolando Cartaya, especial para martinoticias.com 29 de agosto de 2011
Foto: Tomado de Hablemos Press.
La columnista Mary Anastasia O'Grady dice en el diario The Wall Street Journal que el gobierno de los hermanos Castro sabe que con su reciente campaña de violencia contra las Damas de Blanco se arriesga a indignar a la comunidad internacional, pero ese parece ser en la actualidad para ellos el menor de dos males.
O' Grady observa que en los dos últimos meses, se incrementaron los ataques contra mujeres disidentes en La Habana y Oriente, organizados por el aparato de seguridad del Estado, y no sólo verbales o con manotazos ocasionales, sino con piedras y cabillas, golpizas "salvajes y que causaron heridas, algunas de consideración", como reportó la Federación Internacional de Derechos Humanos, citada en el artículo.
Agrega la autora que la decisión de correr el riesgo de que la comunidad internacional preste atención y le aplique presión al régimen sugiere que la dictadura de 52 años se siente cada vez más insegura. Al tanto del juicio contra un Hosni Mubarak enjaulado en un tribunal egipcio, aparentemente les aterra el coraje sereno, devoto y pacífico de poco más de 100 mujeres. Pero sobre todo las señales de que su osadía se está propagando.
Citando a la fundadora del grupo, Laura Pollán, la columnista del Journal señala que las agresiones de las turbas paramilitares tienen la finalidad de infundir miedo para evitar que el grupo crezca, pero el movimiento,por el contrario se está extendiendo a otras partes del país.
En conversación telefónica con O'Grady, Pollán señaló que cuando el régimen acordó liberar a los 75, "pensó que las Damas de Blanco desaparecerían. Sin embargo sucedió lo contrario. Se han estado sumando simpatizantes, y ahora hay 82 mujeres en La Habana y 34 en Santiago de Cuba".
Y la periodista señala que los matones de los hermanos Castro están aprendiendo que ellas no se dejarán intimidar fácilmente.
La expansión del grupo y su creciente audacia explican el terror desatado contra el grupo de Santiago y sus alrededores, un domingo tras otro, desde julio hasta la fecha, y contra otros miembros en La Habana el 18 de agosto, señala la autora.
El artículo toma nota de una de las réplicas que ha tenido el desafío civilista de las Damas de Blanco ya fuera de ese movimiento: dice la articulista: "El pasado martes 23 de agosto, cuando cuatro mujeres vestidas de negro ocuparon las escalinatas del Capitolio en La Habana coreando "libertad", un matón de los Castro intentó sacarlas del lugar. Sorprendentemente, una multitud de cubanos que observaban le gritaron que las dejara en paz. Finalmente, agentes uniformados las sacaron de allí. Pero el incidente, (cuyo video puede verse en Youtube ingresando en el buscador "Mujeres protestan en la escalinata del Capitolio en la Habana"), es evidencia de un nuevo capítulo de la historia cubana escrito por mujeres.
Pero si las Damas de Blanco tradicionalmente han pedido que salgan de las cárceles los presos políticos que todavía quedan, un tema que en Cuba, ha sido una demanda de la oposición, con limitado apoyo popular, estas damas del capitolio, miembros de las Damas de Apoyo y de diferentes organizaciones, estaban pidiendo abiertamente libertad, y fueron apoyadas por cubanos comunes que observaban y que llamaron "abusadores" y "descarados" a los policías.
Días más tarde, el 26 de agosto, dos féminas de la Red Cubana de Comunicadores Sociales organizada por Martha Beatriz Roque reventaron un cacerolazo ni más ni menos que en el Mercado de Cuatro Caminos, allí donde los precios de los productos del agro no paran de aumentar y la libra de carne de puerco cuesta un ojo de la cara.
En el video, (que también puede verse en Youtube ingresando en el buscador Protesta en Cuatro Caminos), se escucha a Ivonne Mallesa y Rosario Morales tocando cazuelas y diciendo que hay hambre. Bueno ya ese sí es un tema con el que muchos cubanos se pueden identificar.
Tal vez por eso la gente se aglomeró a escucharlas, al punto de casi parar el tráfico, y cuando las detuvieron, se fueron detrás de ellas hasta el sector de la PNR, y hasta corearon "Libertad".
El Miami Herald tituló un editorial sobre todos estos sucesos "La chispa de la desobediencia". Los Castro también saben que Cuba es hoy un polvorín, y que para que explote sólo hace falta una chispa perdida ¿Qué tal eso que le contaron al colega Amado Gil, de que Mallesa y Morales, entre otras cosas, gritaron que en aquel país la mujer de Fidel Castro, Dalia Soto del Valle, es la única que puede freir bistecs?
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