Los terrenos de pelota

30 de Agosto de 2011

Escrito por Rogelio Fabio Hurtado

Es cierto que después de 1959, la Serie Nacional llevó el campeonato de pelota a todas las provincias, que fueron dotadas de stadiums de primer nivel, con iluminación nocturna incluida. Sin embargo, también lo es que la centralización impuesta por el INDER hizo desaparecer todas aquellas Ligas regionales de pelotas amateur, independientes tanto del campeonato profesional como del prestigioso torneo amateur, donde competían equipos sociales como el Cubanaleco, El Teléfonos y Los Rifleros de Regla, entre otros.

Hablo, por ejemplo, de Ligas como la de Quivicán o la de Pedro Betancourt, sin cobertura de prensa, pero con mucha vergüenza deportiva, que se jugaban los fines de semana en terrenos abiertos como el del Reparto Poey o en pequeños stadiums como el de Santiago de las Vegas o el Rafael Conte, de la barriada de Lawton. Esto creaba una abundante oferta de pelota, de la que disfrutábamos mi padre y yo completamente gratis. Otros terrenos similares fueron el Beat, en El Cerro, el Avellana, en La Víbora y El Pontón, en Centro-Habana. En la categoría inferior de placeres, no puedo excluir a la Finca Los Pinedas, en Arroyo Apolo.

Hoy no queda nada de aquella fiebre informal de pelota. Esto quizás explique la actual decadencia del beisbol cubano.

rhur46@yahoo.com