miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿Dónde estará la trampa?




Escrito por Juan Gonzalez Febles


Lawton, La Habana


21 de septiembre de 2011


(PD) La sorprendente decisión del Centro Internacional de Prensa (CIP) y del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba de no conceder renovación de forma definitiva en su licencia al periodista español Mauricio Vicent, corresponsal del “El País” y de la cadena “SER”, ambos de España e incidentalmente del grupo Prisa, es observada con escepticismo por analistas y conocedores de la realidad cubana, residentes en la Isla. Vamos, que sería como hacerlo con el uruguayo Fernando Ravsberg y esto estaría muy fuera de lugar o cómo dice un colega, “va más allá de la razón de la sinrazón de esta gente”. A fin de cuentas, en algún recodo del camino, siempre ambos confluyeron casualmente con el régimen cubano en el fondo de todo y todas las cosas.

En tiempos de licencia para disentir por cuenta propia, si hubiera dos exponentes de esta moderna variante entre los extranjeros residentes en Cuba, (ya sea residencia temporal o permanente) uno sería el antes mencionado colega Fernando Ravsberg y el otro, su parigual español, Mauricio Vicent. Ciertamente, hay algo que no cierra en todo este asunto. ¿Qué será?

El tiempo inexorable dirá hacia donde nos llevará todo este asunto. Pero ciertamente, el paisaje político interno se reconfigura. Para tener una noción más exacta de esto, resulta conveniente alejarse del cuadro y verlo desde una perspectiva de distanciamiento. ¿Qué sentido tiene castigar a Vicent? ¿Por qué hacerlo precisamente ahora?

Si algo está bajo control en la actualidad en Cuba, esto es precisamente la prensa extranjera acreditada. Parece haber un entendimiento compartido entre las agencias y sus periodistas para actuar de forma consensada, no molestar al régimen cubano y así, estar presentes para la gran final. Muy loable y por encima de todo, conveniente. Nada que objetar. La pregunta que se impone es: ¿Qué vendrá después?

Sólo queda esperar la nueva designación de EL PAÍS y la cadena SER, para la corresponsalía en La Habana. A lo mejor envían a un ‘indignado’ con corbata o a uno de sus galardonados con el premio Ortega y Gasset. ¡Quién sabe!

juanchogonzal@gmail.com

Foto: Entrada a las oficinas de El País en Barcelona. (Autor: Maarten from Netherlands/ Wikimedia Commons)

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