jueves, 22 de septiembre de 2011

La Quinta de los Molinos




Escrito por Moisés Leonardo Rodríguez


Cabañas, Artemisa


22 de septiembre de 2011


(PD) La Quinta de los Molinos ocupa una extensión de tierra de aproximadamente medio kilómetro cuadrado rodeada por una alta cerca. Se ubica entre las avenidas de Carlos III, Rancho Boyeros y la Calzada de Infanta, en el municipio capitalino Plaza.

Desde el año 2006 la Quinta ha estado sometida a una reparación capital que, según especialistas y trabajadores de la obra, no concluirá antes del año 2015 por su lento ritmo y la escasez de recursos para finalizarla.

Desde 1800 y hasta 1835 se produjo tabaco en polvo en este lugar por la Real Factoría de Tabacos. Para ello se utilizaba el agua de una zanja que movía unos enormes molinos de piedra, lo que hizo conocer el lugar desde entonces como Los Molinos.

Desde el mismo 1835 comenzó la transformación de la desmantelada instalación de Los Molinos en casa de verano de los Capitanes Generales por iniciativa del Gobernador y Capitán General de la isla Miguel de Tacón y Rosique (1834 -1838).

En febrero de 1899, el alcalde de La Habana, Perfecto Lacoste, dispuso que el cuartel general del Ejército Libertador y de su General en Jefe, Máximo Gómez, se estableciera en la Quinta de Los Molinos donde permaneció por tres meses.
Por esta razón histórica se estableció allí el museo Máximo Gómez desde 1986 y hasta el año 2006.

Esta antigua construcción es identificada cariñosamente como La Casona por los trabajadores de la restauración, los estudiantes de una facultad universitaria asentada en terrenos de la Quinta y los vecinos de las inmediaciones.

En 1817 la Sociedad Económica Amigos del País fundó el primer jardín botánico cubano en los terrenos que hoy ocupa el Capitolio Nacional. A finales de 1839 este jardín fue trasladado hacia los terrenos de la Quinta de los Molinos. A finales de 1886 la Universidad de la Habana lo asumió como dependencia.

Durante el proceso de restauración, a cargo de la Oficina del Historiador de la Ciudad, se han puesto en funcionamiento un orquideario donde se encuentran orquídeas de diferentes especies y otras plantas cubanas y exóticas. Es un jardín ecológico que incluye especies aromáticas y medicinales y en el que se muestra de manera práctica a los visitantes la elaboración de compost y humo de lombriz a partir de los residuos orgánicos generados en la propia Quinta.

Las “Casas Amarillas” son dependencias del Jardín Botánico construidas en madera desde 1881. Después de restauradas forman parte de un proyecto educativo comunitario que incluye un centro de información y un aula ecológica, en función ambos de la educación ambiental y otras necesidades de la comunidad, según la visión de sus promotores.

Varios estanques fueron construidos en la primera mitad del siglo XIX como parte de las atracciones del Jardín Botánico, para mostrar plantas acuáticas cuyo estudio resultaba interesante. Actualmente restaurados, recuperan su función original.

También cuenta con una cría de palomas mensajeras blancas utilizadas en fechas conmemorativas y se ofrece el servicio de atención sanitaria a las palomas de las plazas de la capital y desparasitaciones masivas de mascotas.

El pabellón cultural fue inaugurado en febrero de 1911 en el marco de la Exposición Nacional que tuvo por sede la Quinta. Dicha exposición abarcó todo el quehacer humano y en ella exhibieron sus trabajos las escuelas públicas y la Escuela de Artes y Oficios.

El 2 de febrero de 2011, cien años después de su construcción, fue reinaugurado con una exposición dedicada a los humedales.

La lenta marcha de la restauración en la actualidad está determinada por la escasez de recursos como lo demuestra el hecho de que una viga de madera dura de seis metros de largo, destinada a la reconstrucción del techo de la Casona, no ha podido ser localizada en el país por los que suministran la madera a este proyecto. Explicó uno de los técnicos restauradores que dicha pieza debe provenir de un árbol de no menos de 200 años de vida y un alto de no menos de siete metros, lo que es improbable encontrar en la isla dado el proceso de deforestación a que ha estado sometida desde la llegada de los españoles hasta el presente sin compensarse con una adecuada reforestación.

corrientemartiana2004@yahoo.com

Fotos: Moisés Leonardo

No hay comentarios:

Publicar un comentario