Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Ciertamente la difusión de noticias, cuentos y bolas de fuentes no confiables, muchas veces sin la investigación que supuestamente debe hacer cualquiera al que su profesión le exija credibilidad, daña no solo la imagen del medio que lo divulga, sino que también la repetición crea mitos archivados como verdades en el subconsciente de las personas predispuestas a aceptar todo lo que oyen o leen.
Este punto de vista coincide con varias opiniones de entendidos relacionados con los medios informativos que llevan años advirtiendo sobre este fenómeno que afecta a todos, por las falsas concepciones que se crean a través de estos medios sobre un asunto cualquiera.
Algunos recordarán las advertencias sobre la crisis bancaria expuesta en el año 2006 por Max Otte y el papel desinformativo que inconscientemente divulgaban los medios, creído hasta por los propios expertos en este asunto. Al final, desoídas estas alertas, originaron una crisis mundial económica que todavía a estas alturas, seis años después, están latentes.
Todo lo anterior confirma que la información en algunos medios internacionales es más acomodaticia que veraz. El Crash de la Información del autor ya citado, es un libro que pudieran tener de cabecera aquellos cuya labor sea informar, no lo contrario.
En el caso de Cuba, imagino que en el futuro por primera vez se estudie y aprenda definitivamente como afecta a la historia de una nación y a sus ciudadanos la divulgación de mitos y noticias erróneas ya no solo por parte de una prensa nacional atada, sino por una foránea y aparentemente demócrata que debe buscar la realidad.
En una noticia de la agencia Reuters fechada el primro de diciembre, se lee otro artículo más sobre la nueva ley tributaria que comenzará a regir a partir de enero próximo. La primera afirmación que choca en este reportaje es la siguiente: "La mayoría de los cubanos no ha pagado impuestos durante medio siglo, pero esto va a cambiar con un nuevo código a partir del primero de enero de 2012".
Sin duda este periodista extranjero que redacta esta información, así como muchos cubanos nacidos con posterioridad al año 1967 y por carambola también muchos ciudadanos de otros países que lean esta noticia, desconocen que tal afirmación es una falacia.
En primer término habría que despejar sobre este punto que hay un impuesto que nunca dejó de cobrarse y que ha estado ahí presente desde hace 50 años, aunque muchos ni se dan por enterados: es el impuesto sobre el transporte terrestre, que se entiende que sea para reparar, señalizar y mantener en buen estado las vías de tránsito. No vamos a extendernos en cómo están dichas vías en Cuba.
En segundo lugar, y lo más importante: el corresponsal que divulga esta falacia en Reuters ignora que en junio del año 1967 la ley Nro. 1213 del 27 dispuso en su artículo 2 que "a partir de la vigencia de esta ley, los salarios de los trabajadores estarán exentos de todo impuesto y se pagarán en su cuantía neta a cobrar".
Aparecían en los sobres de pago unos cuantos impuestos: vacaciones, retiro, maternidad obrera, industrialización y otros. Si un trabajador ganaba un salario bruto de $214.50, después de calculadas las deducciones -así se llamaban los impuestos-, el neto a cobrar sería de $189.09, es decir $25.41 menos de su salario bruto. Así que aunque la ley decía tácitamente "que los salarios estaban exentos de todo impuesto", esto era un embuste. Si así fuera, el trabajador recibiría en su sobre los $214.50 íntegros de su salario bruto y no el neto a cobrar de $189.09 que pasó a percibir a partir de ese momento.
Ácidas polémicas provocó esta ley en muchos centros de trabajo. Siguiendo la táctica de la dilación y la muela narcótica, el tiempo fue pasando, enfrióse el asunto, quedó como una historia olvidada, y se siguió pagando impuestos sobre mercedes que muchos -incluyendo periodistas foráneos-, creen a estas alturas, al cabo de 45 años, que son gratis.
La maternidad obrera -impuesto que venía del anterior sistema, porque antes de 1959 también existían hospitales y casas de socorro públicas y supuestamente también gratis- se la deducían del sobre a hombres y mujeres. Que se sepa los hombres no paren, a no ser Arnold Schwarzenegger en la película "Junior". Esto siempre fue un impuesto para pagar la Salud Pública.
Los Estados, sean de izquierda o derecha, del Norte o el Sur, no producen nada, todas estas supuestas mercedes o "paternalismos" como le ha dado por llamar al asunto cubano, salen de los contribuyentes, cosa que en el caso de Cuba ha estado camuflajeado habitualmente.
El de industrialización fue otro impuesto que impusieron, valga la redundancia. Si vamos a excavar más en esto, hay que hablar de los impuestos fantasmas, aquellos que se han tenido que pagar "voluntariamente" por cuanta organización revolucionaria (ahora son ONG) inoperante que ha existido, como los sindicatos, los días de haber para la defensa (Milicias de Tropas Territoriales). A todos, rojos, rosaditos o incoloros, les ha afectado el bolsillo, aunque solo muestren su encabronamiento en su casa.
En este reportaje de Reuters aparece también un acápite de la nueva ley tributaria que dice:"Eventualmente los trabajadores pagarán impuestos sobre la renta, pero esta medida está suspendida hasta que las condiciones permitan que entren en vigor". Al esforzado cronista se le pasó, o más bien desconoce, el trasfondo de este párrafo. Escuetamente, significa que aguardarán con calma a que se retiren o mueran todos los viejos trabajadores que todavía se acuerdan de su salario bruto. Como decimos los cubanos, "se quedarán en esa, con ganas de aquello y sin esperanzas de nada". Solo podrán rezongar, porque sería un gravamen sobre otro ya impuesto hace 45 años.
Para Cuba actualidad: glofran864@gmail.com
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