miércoles, 30 de enero de 2013


Guillermo Ordoñez
abuso-infantilCuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) No hay día, especialmente los fines de semana, que al salir a las calles de la ciudad no escuchemos referencia a actos violentos u homicidios cometidos por jóvenes.
Las escuelas de nivel secundario son por lo general escenarios de confrontaciones y campos de entrenamiento para gladiadores. La constante espiral de violencia entre muchachos con edades entre 12 y 15 años (que son mayoritariamente los protagonistas de estos conflictos) hoy constituye una plaga que azota la ciudad. Muchos adolescentes incitan los conflictos, sobre todo basándose en la posibilidad de juramentarse como miembros de la hermandad secreta Abakuá. Para ello, debe llevar la delantera y "coger un nombre que suene en el ambiente". Cuestión esta que no se acoge a la realidad de esa secta, que tiene códigos secretos y principios hoy un tanto violados.
La pérdida de valores sociales, morales, espirituales y de todo tipo, nos está arrancando la tranquilidad ciudadana que tiene la responsabilidad de asegurar cualquier gobierno. Los valores que el socialismo cubano proclama han sido arrastrados al fondo del mar y las autoridades son incapaces de retomarlos.
Ya no asombra escuchar a una niña de 11 o 12 años gritar -desde la distancia que sea- a otra de edad similar las más grandes obscenidades o amenazar tanto a una hembra como a varón con la consabida frase: "Te rajo como a una calabaza".
El porciento de adolescentes entregados por sus padres a las autoridades que atienden el departamento de menores por el Ministerio del Interior es cada día es mas elevado. Esto sucede porque ya los padres se sienten incapaces de poder manejar la conducta de sus hijos.
Una vez que están en las manos de las autoridades policiales, los muchachos se ven libres para profundizar su imperfección. Ser remitido hacia un centro de conducta es un galardón para muchos de ellos. Algo así como el primer paso en su carrera criminal.
La situación de violencia que golpea a la capital también se ha extendido a las provincias.
En el municipio Los Palacios, en la provincia de Pinar del Río, en el transcurso de un mes, cuatro adolescentes murieron en incidentes violentos, según información de un miembro de la Asociación de Combatientes de la Revolución, el cual refiere que las autoridades no saben como detener tal situación.
Los tiempos que corren parecen altamente propicios para los delitos. El secretismo y la desinformación con que el estado maneja tal circunstancia propicia se faciliten las cosas para ello, ya que los padres permiten que sus hijos vayan a áreas de diversión donde desconocen el nivel de agresividad de los muchachos y la tentación de conducirse como la inmensa mayoría.
El fundamento para esa violencia creciente lo aportan muchas veces las letras de ciertos reggaetones en boga actualmente. Por ejemplo, uno de los mas difundidos tiene el bello estribillo:" del bonche pal hospital o suénale la cara al de al lado".
En las riñas tumultuarias, los adolescentes manifiestan abiertamente su valor y agresividad con armas muchas veces de fabricación casera, como son los llamados inyectores, que constituyen armas de fuego y los cuales han cobrado varias victimas fatales.
A finales del mes de diciembre, en Centro Habana, el municipio donde habito, los actos violentos se propagaron increíblemente y las edades de los culpables disminuyeron.
En la esquina de las calles Gervasio y San José, un niño de 14 años fue agredido por otro de la misma edad, que le dejó un machetín encajado en la sien.
Hace unos días en la escuela secundaria básica "Sergio González López", ubicada en Dragones y San Nicolás, un niño agredió a otro con un bate, dejándolo convulsionando en el medio de la calle.
Hechos así suceden diariamente en La Habana.
Dijo un poeta que los hijos se parecen más a su tiempo que a sus padres. Me pregunto: ¿Qué tiempo estamos viviendo?
¿Este es el hombre nuevo que decía Ernesto Guevara? ¿Tendrá que ver la naturaleza violenta del guerrillero argentino con los actos que cometen nuestros hijos? Hay que recordar que diariamente, en los matutinos escolares, pronuncian el consabido slogan: "Seremos como el Che". ¿Qué nos legó el Che? ¿Que está haciendo la revolución para librarnos de lo que evidentemente no son secuelas de la dictadura derrocada en 1959?
Para Cuba Actualidad: lizama1961@gmail.com

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