martes, 3 de septiembre de 2013

Algo en lo que no se repara


Frank Cosme Valdés Quintana
Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Varios años atrás, la parada de ómnibus de las calles Goss y Santa Catalina había sido desviada una cuadra después por unas reparaciones en la calle. La nueva ubicación coincidía con un centro de salud que antiguamente fue una clínica psiquiátrica y ahora atendía desde niños hasta adultos con discapacidades.
Al referirme a discapacidades, debo aclarar que estas son mentales, no físicas. En otras palabras, lo que el pueblo común llama vulgarmente mongólicos para referirse a cualquier anomalía.
Mientras esperábamos el ómnibus, ocurrió también que habían sacado al patio un conjunto numeroso de estos pacientes a coger el sol, lo que motivó que dentro del grupo de personas en la parada, un hombre ya mayor comentara en voz alta que en los 75 años que él tenía, nunca había visto tal cantidad de anormales como la que últimamente se veía en Cuba. "Y eso sin contar con los que viven con sus padres y no están internados como estos", agregó.
A pesar de los tantos años que hace que vivo en la zona, no había reparado en lo que había dicho el agudo observador. Por supuesto, tampoco había coincidido con el horario en que estos salían hacia el patio.
El caso es que llovieron los comentarios que reafirmaban lo dicho por el anciano. Y no solo eso: cada cual esbozó una teoría distinta a la interrogante de cuál era la causa de esto, dónde surgió, desde el problema alimentario que hemos padecido hasta el stress en que hemos vivido.
Recordé que no muy lejos de allí, en la antigua Quinta Castellana, en la Calzada de Bejucal, cerca de La Palma había otra clínica similar. No sé cuantas más habrá, pero si una antigua clínica psiquiátrica hubo que convertirla en una de discapacitados mentales, el problema viene desde hace décadas.
Tengo ante mí un suplemento del periódico español La Razón cuyo título es "A Tu Salud" que trata sobre alimentación, vida sana y medio ambiente. La lectura de un artículo sobre la cantidad de nacimientos de niños con problemas me hizo tener presente un comentario de una amiga de mi esposa sobre como las mujeres de su generación todavía mantenían el concepto de crear una familia. Casi todas conocían, porque se aprendía en los colegios, como era necesario para proteger esta, conocer sobre el factor RH antes de traer al mundo los hijos y que ahora no se mienta ni es conocido por una buena cantidad de jóvenes. El artículo le da la razón a nuestra amiga y nos induce a reflexionar porque dada las estadísticas que muestra, el problema no es solo exclusivo de Cuba, sino mundial.
Aclara el reportaje que la juventud actual, dada a la práctica del amor libre, ya no quiere compromisos ni establecer una relación formal para crear una familia. Cuando por alguna casualidad la mujer cae embarazada y quiere tener un hijo, tampoco quiere formalizar una familia en su antiguo concepto de madre, padre e hijos. Pero cuando esto sucede, a veces no saben ni quién es el padre y mucho menos como será ese nuevo ser que traerá al mundo. El bebé vino por accidente, no por deseo. Muchas veces es abortado. La cantidad de madres solteras que ha proliferado en estos tiempos es una demostración de esta realidad y el caldo de cultivo de estos niños con problemas.
Desde que se descubrieron los distintos tipos de sangre en 1901 y posteriormente en 1940 el factor RH, llamado así porque fue descubierto en los monos Rhesus, el ser humano logró disminuir el riesgo de que sus hijos salieran con algún defecto congénito. Cuando no se echa un vistazo a este factor -y en estas relaciones libres nunca se mira- la madre produce anticuerpos que atacan los glóbulos rojos de su bebe en formación. En el menor de los casos puede producir una anemia severa; en la mayoría, daño cerebral o muerte del bebé.
Las estadísticas muestran también que el nacimiento de estos niños con defectos ha aumentado a partir de la década de los 60. El por qué las personas nacen con anticuerpos contra otros tipos de sangre incompatibles, sigue siendo desconocido, como también es desconocido lo que produce el síndrome de Down, tan común hoy día y que mucho se ve también en Cuba. Lo que sí se ha notado es que se produce en los bebés de las mujeres cuyas edades son superiores a los 35 años y que nunca han tenido hijos, una manifestación también muy común en estas últimas décadas.
Para Cuba actualidad: glofran864@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario