lunes, 2 de septiembre de 2013

La bronca de Playa: policias contra frikis


La bronca de Playa: policias contra frikis

 | Por Camilo Ernesto Olivera Peidro
LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -A inicios de la década de los noventa, el periodista argentino Andrés Oppenheimer publicó un libro titulado,La Hora Final de Castro. El primer capítulo comienza con la descripción del fusilamiento de los inculpados en la turbia Causa No 1 de 1989. Luego refiere un hecho, hoy casi olvidado, que los rockeros y metaleros de esa generación de los 80 recordamos como La Bronca de Playa.
Un domingo del mes de agosto de 1992, tenía lugar en la, por esa época, Casa de Cultura del Municipio Playa, la peña de una agrupación de metal llamada Metal Oscuro. En los alrededores de Quinta Avenida y 70 y cerca de la Casa de Cultura, por la calle 68, la policía detenía y registraba a quienes se dirigían al concierto. Luego, varios uniformados entraron al lugar. Una de las versiones coloca a la directora de la Casa de Cultura como responsable inicial de lo ocurrido. Esta señora creyó ver una pelea, en el intercambio “hard-core” o choque entre miembros del público. Pidió la entrada de los policías al recinto y éstos añadieron el pretexto para desatar la espiral de violencia y represión.
Afuera, un número creciente de policías repartía bastonazos a diestra y siniestra. Las guaguas con efectivos de la Brigada Especial, equipados como antimotines, rodearon el sitio. Unos agentes detuvieron a un chico y lo metieron dentro de una patrulla. Rociaron el carro por dentro con gas pimienta y lo encerraron herméticamente. Una piedra lanzada contra el parabrisas trasero del auto y un valiente rescate, salvó al muchacho de morir asfixiado. Un grupo que intentó huir hacia la parada de ómnibus de 70 y Tercera fue interceptado por los uniformados a golpe de bastonazos. Mientras tanto, los de la policía de tránsito cerraron Quinta Avenida.
Las personas en los autos veían horrorizadas cómo los guardias se ensañaban golpeando, incluso, a muchachas casi niñas. En un momento, los represores lanzaron perros sin bozal contra grupos de jóvenes. Escena que  solo habíamos visto en imágenes llegadas de otros países. Se intensificó algo muy parecido a una “Intifada Friki”. Los policías tuvieron que retroceder frente a la lluvia de piedras. Sonaron varios disparos. Uno de los guardias, con un AK 47, tiró una ráfaga al aire. Los demás policías le quitaron el arma. Los uniformados se retiraron prometiendo liberar a los arrestados. Mintieron.
Al poco rato, una multitud de supervivientes comenzó a marchar hacia la unidad policial de 5ta A y 62. Era allí a donde habían llevado a la mayoría de los capturados. De esa unidad eran los provocadores iniciales del incidente. Una vez frente al lugar, los jóvenes comenzaron a exigir a gritos la liberación de los detenidos. Era la primera vez, después de 1959, que esto sucedía frente a una estación de policía. Los prisioneros fueron soltados, la mayoría con marcas de la golpiza sufrida.
Luego, las autoridades lo tergiversaron todo.  La falta de un estado de derecho hizo el resto.  Sin embargo, la noticia le dio la vuelta al mundo de inmediato a través de las agencias de prensa extranjeras.

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