Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Cuando uno escribe, y llevo varios años haciéndolo en este semanario, puede recibir no solo aprobación de los lectores sino también desacuerdos.
Esto es muy habitual, es imposible que todo el mundo piense igual. Sería muy aburrido.
Muy poco espacio existe en nuestro semanario para que cada artículo reciba la opinión de los lectores, como ocurre en la mayoría de la prensa foránea. Sin embargo para eso existe el correo que siempre aparece al final de los trabajos. Todos aquí hemos recibido estas aprobaciones o críticas que la mayoría de las veces se pasan por alto por falta de tiempo, conexión o porque no valen la pena, pero sucede que esta vez he recibido en este propio semanario una discrepancia en la que por solo una frase se hizo un apurado análisis y cuestionamiento de mis criterios religiosos, aparte de torcer deliberadamente y desviar lo que se quiso decir.
El análisis o crítica proviene del artículo "Discrepo con Frank Cosme" del abogado de Guantánamo Roberto Quiñones Haces y el artículo que provocó el desacuerdo fue "Y Veinte Años no es Nada" publicado en el Nro. 291. De 945 palabras del artículo, el Sr Quiñones solo se fijó en 37: "-La metástasis de las malas costumbres de estos neo-católicos, consecuencia del llamado crecimiento pastoral e implantadas desde los ambientes estatales hacia las iglesias no se hizo esperar y en consecuencia no alcanzamos a pescar ningún ejemplar, (se refiere a la carta pastoral La Esperanza no Defrauda).
Pues bien, aquí el abogado "presumió" que no creía que la presencia de esas personas sea un plan concebido por el estado para penetrar la iglesia. No vio, o no quiso ver, que 4 párrafos más abajo y en ese mismo artículo refiero lo ocurrido en la propia tribuna antimperialista consecuencia de lo que el propio presidente Raúl Castro ampliamente describió el pasado 8 de julio como mala educación, vulgaridades y malas costumbres que se han arraigado en la población y que hay que suprimir.
A estas malas costumbres y mala educación fue que me referí y "muy claro" cuando describí la rebatiña en la repartición de esta carta pastoral y no a la penetración que vuelve a "presumir" el señor Quiñones que yo di a entender que hace el estado, que ni falta hace aclarar, pues si en una fraternidad cerrada como la Masonería llegaron a tener un Gran Maestro, que no será en todas estas iglesias cristianas, sociedades yorubas y demás asociaciones abiertas. Al Sr. Quiñones lo que parece haberle molestado fue la palabra Neo-católico que utilizo cuando veo estas cosas en la iglesia.
Me obligo aclarar, que antes de este "crecimiento pastoral",-- que de nuevo presume el Sr. Quiñones en el segundo párrafo que soy el inventor de esta frase y que viene empleándose hace ya más de 20 años en las publicaciones de la iglesia, -- o arribazón de fieles ocurrida a partir del 1989 no ocurrían estos hechos "ni otros", detallados yo diría meritoriamente, por Yoel Prado en la revista Amanecer No 53 Ene-Feb 2004, de la diócesis de Santa Clara, similar a La Palabra Nueva de La Habana o la Vitral de Pinar del Río.
Tan importante resultó el artículo que fue reproducido por la revista Todos los Pueblos de las Obras Misionales Pontificias 4 meses después. Así que no soy yo solo el que se refiere a esta situación, es de conocimiento dentro de la iglesia. No sé lo que ocurre en las iglesias de Guantánamo, pero por esta publicación, sí sé lo que ocurre en las de Santa Clara y los síntomas que describe son idénticos a los de La Habana. En nuestra ciudad hemos visto estas situaciones en varias iglesias y eso nos consta porque hemos estado presentes, no presumimos nada. Aunque han pasado años de la publicación de la misma, siguen sucediendo los mismos hechos.
Aunque haga más largo este artículo aclaratorio, voy a reproducir algunas frases sueltas del citado artículo de Yoel Prado titulado "Iglesia y Sociedad, juntos pero no revueltos".
"No arriban con el ánimo de servir sino de servirse de la iglesia".
"Mención aparte merecen aquellos que han llegado a nuestros templos con un currículum anticatólico que haría palidecer a célebres perseguidores de la iglesia. Algunos con la mayor desfachatez se han inventado biografías piadosas. Otros se afanan por hacer carrera en las estructuras eclesiales y cuando logran algún cargo de responsabilidad, recurren a métodos y estilos de trabajo que nada tienen que ver con la iglesia".
Estos, Sr. Quiñones, y ahora le hablo directamente y no en tercera persona, como Ud. en su artículo, son los que llamo y seguiré llamando neo-católicos. No es ninguna infelicidad de una frase, es una realidad. Estas malas prácticas y otras más, referir las cuales harían aún más largo este artículo, son las mismas malas costumbres implantadas desde los organismos estatales (sindicatos, CDR, etc), la mentira para escalar posiciones, el extremismo en los casos de responsables, que después que han logrado su objetivo, sirviéndose de esto, se han quedado en otros países, algo que hasta la propia prensa oficial ha tocado.
Esto mismo está sucediendo en todas las iglesias, y no en la católica solamente.
Me parece que Ud. se mandó a correr al hacer un análisis de mi persona por sola una frase. Siendo Ud. abogado, debería conocer que las cosas no se presumen, se tienen evidencias y en este caso, estas consisten en conocer a las personas para emitir un juicio sobre ellas.
Nuestro trabajo - y hablo por todos los que laboran aquí en PD- es alertar sobre lo mal hecho, y también aprobar lo bien hecho, vengan de donde sea, sin apasionamientos religiosos, políticos o de otra índole. Esa es la verdadera labor periodística.
Usted presumió bien: soy un católico viejo, viejo de edad y viejo en la iglesia. Los que me conocen saben que respeto todas las opiniones. He tenido y tengo amigos de todas las formas de pensar, hasta comunistas e incrédulos totales, pero para decir amigos hay que basarse en el respeto mutuo de los puntos de vista y el conocimiento de los valores, cualidades y razones del otro.
El lenguaje que emplea Ud. –empoderamiento, linaje temporal, plebe, etc.- no hace amigos, sobre todo en la forma en que lo emplea haciendo un juicio temerario ("a todos los católicos de amplio linaje temporal y después a la plebe, es decir a los neo-católicos").
Y ya que continúa haciéndome referencias religiosas como el perdón, el hijo pródigo y el pensamiento del poeta español León Felipe, lo cual quiere decir que está muy versado en religión, repasemos juntos esta.
En cuanto al perdón, si es un católico conocedor - no sé lo que es Ud. porque no lo conozco-, sabrá que aunque una persona se confiese con el mismísimo Papa, si no hay un verdadero arrepentimiento en su mente y corazón, aunque este le dé 100 absoluciones, estas no tendrán validez ante el Padre Celestial, aunque en muchas obras literarias y películas se tergiverse este asunto al mostrar un católico que asesina, estafa o calumnia a alguien, se confiesa y es hombre nuevo.
El perdón que los humanos podemos dar es olvidar la ofensa. La propia Psicología, no la religión, nos enseña también cuánto daño produce el odio en la salud.
Como también me pone de ejemplo a Cristo, le recordaré que el propio Jesús no fue precisamente "tolerante con lo mal hecho". Suficientes evidencias hay en la propia Biblia. En Mateo 23: 13- 33 llegó a calificarlos a los fariseos de hipócritas, serpientes y raza de víboras. Lo cual demuestra que hasta el propio Jesús puede sentir una ira justa.
Y de ese mismo San Pablo que tanto se mienta ahora, hay una epístola a Tito de la que casi nadie se acuerda pero que está en el Nuevo Testamento y que dice: "Si alguien causa divisiones en la iglesia, llámale la atención una y dos veces, pero si no hace caso, expúlsalo de ella". (Tito 3/10).
No es elitismo, ni empoderamiento o alguna que otra palabrita altisonante de las que tanto se usan ahora para desacreditar. Toda organización humana tiene sus reglas de conducta. Si Ud. no las cumple, lo pueden botar de un partido, de una asociación, un club o una sociedad fraternal.
A pesar de esa recomendación de San Pablo, las iglesias cristianas no la aplican. Tratan de convertir a los nuevos catecúmenos y llevarlos por el buen camino, pero a veces pierden de vista que algunos ven la iglesia como una organización de masas y aplican una lógica, un lenguaje y unas actitudes de personal interés, como el clásico ejemplo de Judas.
Para Cuba actualidad: glofran864@gmail.com
Foto: Marcelo López
Peregrinación de la Virgen de la Caridad del Cobre en Malecón
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