martes, 29 de octubre de 2013

Maduro militariza la sociedad para enfrentar la crisis


Maduro militariza la sociedad para enfrentar la crisisCARACAS /DANIEL LOZANO/ oct 27 2013 Diario Las Américasweb/folder.asp?folderID=136
Los presupuestos para 2014 dejan muy clara la apuesta revolucionaria: el Ministerio de Defensa contará con 5.904 millones de dólares
La deriva de la revolución bolivariana tiene su propio ritmo: la marcha militar. Nicolás Maduro ha apostado por la militarización de la sociedad para aguantar la crisis social y económica más aguda del chavismo. Su penúltima apuesta refleja que la milicia bolivariana seguirá creciendo hasta alcanzar el medio millón de miembros para 2015 y un millón para 2019.
El mandatario eligió el Cuartel de la Montaña, emblemático para la Revolución y epicentro del culto a Hugo Chávez, para adelantar sus planes. “La Milicia Bolivariana es una tremenda fuerza moral, en el centro, ahorita, de la respuesta logística a la guerra económica. Hay que dar respuesta a la guerra y al sabotaje del sistema eléctrico”, arengó Maduro, y pidió a sus milicianos “que tienen que tener su correcto uniforme, sus equipos, su armamento, su orientación y su formación”.
El sueño de Maduro, que ya lo fuera previamente de Chávez, es contar con una milicia omnipresente y alineada junto al Ejército, “para mantener a raya amenazas externas como en Siria”. Y para ello quiere contar con todos, incluso con sus ministros, a los que animó a involucrarse en el cuerpo civil combatiente. “Son las fuerzas disuasivas para los que tienen sueños locos contra la patria”, remachó el “hijo de Chávez”.
La milicia bolivariana ya participa hoy en distintos operativos a nivel nacional, no sólo como guías turísticos en el Cuartel de la Montaña, el lugar donde descansan los restos del “comandante eterno”. También vigilan supermercados, controlan la venta de gasolina en la frontera o patrullan en transportes públicos o zonas urbanas. Incluso en mayo de este año, Maduro anunció la creación de la milicia obrera, con el fin de “resguardar” a la clase trabajadora.
Algunos de sus miembros ya han hecho presencia, armados con fusiles, en actos del gobierno.
“La milicia nacional es un cuerpo al margen de la ley”, sostiene Rocío San Miguel, presidenta del Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, ya que su constitución salió rechazada en el referéndum de 2007. Además, añadió San Miguel, “Maduro avanza en ideas deformadas de la militarización del país”.
Los presupuestos para 2014 dejan muy clara la apuesta revolucionaria: el Ministerio de Defensa contará con 5.904 millones de dólares. “Se pretende incrementar la capacidad defensiva del país con la consolidación en la redistribución territorial de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”, justifica el Gobierno bolivariano tan desmedida inversión para un país en crisis.
“Los militares recuperan el poder de decisión sobre la vida nacional”, alertó Teodoro Petkoff, director del diario Tal Cual y uno de los líderes intelectuales de la oposición.
Maduro trata con mimo a las fuerzas armadas y, sobre todo, a los altos mandos. Les duplicó el sueldo, prometió comprar más armas, anunció la creación de un banco para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), un canal de televisión y una empresa de carga y logística. De hecho, son militares los últimos grandes nombramientos en el aparato chavista. Entre ellos el que fuera comandante general de la Milicia Bolivariana, Gustavo González, a la cabeza del polémico Centro Estratégico Superior de Protección de la Patria (Cesppa) con poder para censurar a su antojo.
Otro general muy cercano al líder fallecido, Hebert García Plaza, preside el Órgano Superior para la Defensa de la Economía. El círculo lo cierra el mayor Antonio Pérez, al frente desde el jueves de la Fundación Pueblo Soberano, uno de los entes integrados en el Viceministerio para la Suprema Felicidad del pueblo venezolano.

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