martes, 3 de diciembre de 2013

Tarea de limpieza

Frank Correa
Cuba actualidad, Jaimanitas, La Habana, (PD) El pueblo San Antonio de los Baños, "la capital del humor", volvió a ser testigo de un suceso de corte surrealista, de los tantos que abundan hoy en nuestra querida patria.

Ocurrió en el hospital de San Antonio, que presentaba graves problemas de higiene, producto a que las auxiliares de limpieza abandonaron sus puestos de trabajo por los bajos salarios, las pésimas condiciones del inmueble y la falta de medios para limpiar, que casi provoca su cierre. Como solución, el partido municipal acordó, que se enviara con urgencia una brigada de reclusas de la prisión La salud, de Quivicán, para que asumieran las tareas de la limpieza.
Las presas se encargarían de fregar los baños, las salas y consultas, los cristales de puertas y ventanas, acometer el mantenimiento de las áreas exteriores y además el trabajo de lavandería, una dependencia que presentaba también una situación crítica, por iguales razones de pésimas condiciones de trabajo y los bajos salarios.
La salud es una prisión de mujeres condenadas por delitos de prostitución. Las reclusas son jóvenes hermosas con buena experiencia en el llamado "oficio más viejo del mundo" y el glamour se apoderó de repente del hospital, con un cambio significativo desde la aparición de la brigada.
En los pasillos y en las áreas e terapias, comenzaron a aparecer en minúsculos atuendos las muchachas más hermosas jamás vistas. Es cierto que la limpieza mejoró ostensiblemente y el servicio de lavandería estaba siempre a la orden, pero extrañamente comenzó a aumentar significativamente el número de ingresos, con personas sin signos visibles de enfermedad pero que insistían en tratarse en el centro médico aludiendo dolencias, pero en realidad su objetivo era pernoctar en el sitio par cortejar a las reas.
También se notó que los médicos apuraban la atención de los pacientes, para sacar tiempo y recibir en consulta a algunas reclusas, que a cambio de "ciertos favores" obtenían certificados de reposo en la enfermería y psicofármacos.
Por todo el pueblo de San Antonio comenzó a correr la voz que "el hospital se había puesto bueno" y el servicio era de primera. El parqueo se llenaba de autos y motos. El cuerpo de guardia permanecía muy concurrido. Aquello se había convertido en el burdel más singular del que el pueblo tuviera noticias, hasta que aparecieron en escena varios proxenetas que armaron líos al intentar sacar provecho de las mujeres.
Entonces las autoridades sanitarias del municipio tomaron cartas en el asunto y la jefatura del penal retiró del hospital la brigada de reclusas. Todos concuerdan que aquel fue el mes que más limpio se mantuvo el hospital de San Antonio, donde más de medio pueblo pasó por allí. También fue el mes que más dinero ganaron las prostitutas.
Para Cuba actualidad: frankcorrea4@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario