miércoles, 5 de febrero de 2014

Horrores en la educación primaria

Guillermo Ordoñez
estudiantesCuba Actualidad, Marianao, La Habana, (PD) A finales de septiembre del pasado año, más de quince días de haberse iniciado el curso escolar, los alumnos de las dos aulas de cuarto grado de la escuela primaria "Roberto Fernández Vaquero", ubicada en la barriada de Lawton, en el municipio Diez de Octubre, no habían podido recibir clases porque no había maestros que se las impartieran.
La mayoría de esos niños proviene de la escuela primaria "Antonio Grosso", en el mismo municipio, que por razones desconocidas para sus padres fue cerrada en este curso escolar.
Las dos maestras de cuarto grado que había en la escuela donde fueron reubicados, existentes enfrentaron problemas personales y nadie en el municipio o dentro del plantel tuvo la capacidad o se dignó, por ética y responsabilidad a asumir el rol de impartirle a los niños las clases correspondientes al trimestre actual.
El resultado final de tamaña irresponsabilidad en un futuro no muy lejano se ha de hacer sentir en estos infantes que además ya acarreaban dificultades en su aprendizaje. La mayoría de los padres se quejan de tener que pagar un maestro particular para que les repase a sus hijos porque no captan lo necesario en la escuela.
Casos como este ocurren en momentos en que el gobierno cubano envía educadores a otros países, los cuales afirma están capacitados para enfrentarse a cualquier dificultad y superar cualquier obstáculo, sin admitir la realidad que vivimos a diario los padres cubanos que vemos el desequilibrio y la pobreza en que está sumida la educación de nuestros hijos.
Por la situación económica actual, muchos padres no pueden pagar los 120 pesos como mínimo que cobra un repasador y tienen que dejar a sus pequeños a merced de lo que les suceda en materia de aprendizaje.
Los buenos resultados de estos repasadores contrastan con el desinterés de los maestros de las escuelas. En honor a la verdad, el desinterés de los educadores cubanos en todos los niveles está justificado. Sus risibles salarios no los estimula como para entregarse más de 48 horas a la semana en un aula y después llegar a sus casas y encontrarse con que no tienen con qué enfrentar las necesidades básicas de sus familias.
Para Cuba Actualidad: lizama1961@gmail.com

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