Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Es increíble el nivel de ineptitud que reina dentro de los órganos oficiales del gobierno cubano. En este caso me referiré a lo concerniente a los Registros Civiles. Resulta que con el paso del tiempo se han acrecentado los errores en los trámites que se realizan en este tipo de instituciones gubernamentales. Cabe aclarar que en dichas instalaciones se registran todos los ciudadanos de la localidad, y que la misma se encarga de ofrecer constancias de actas de nacimiento y muerte, entre otras cosas.
En este caso, fui yo la víctima directa de tanta negligencia. Sucede que me dirigí el pasado mes hasta la instalación que me corresponde, situada en Marqués González entre Peñalver y Sitios. En la misma solicité las actas de nacimiento de mis hijos y me informaron que tenía que recogerlas treinta días después. Al transcurrir ese plazo, me encontré con que estaba mal escrito mi nombre, y al reclamar por la equivocación, la persona que me atendió me dijo que tenía que comprar nuevamente los sellos y esperar un mes más.
Ante semejante respuesta surgieron en mi cabeza varias interrogantes. ¿Por qué tengo que volver a esperar y gastar 50 pesos en sellos, si la culpa no fue mía? ¿Se equivocan por no estar realmente calificados para el trabajo, o porque es conveniente para el Estado que sucedan este tipo de cosas para recaudar dinero? No podré saber a ciencia cierta cuál es la razón por la que ocurren inconvenientes como este, pero sí puedo asegurar que la culpa la tiene directamente el régimen, por no buscar personas acreditadas para esos trabajos.
Otra de las razones para criticar el servicio que se brinda en estos lugares es la demora en recibir la documentación necesaria. ¿Por qué, si yo nací en Centro Habana, al igual que mis hijos, tengo que esperar tanto para que me den una simple acta de nacimiento, si mi nombre y el de ellos está asentado en el libro de anotaciones? Pero como si eso fuera poco, tengo que aguantar que se equivoquen en el documento que es su responsabilidad y pagar por sus errores. No me quedan dudas de que actualmente no existe ni respeto, ni ética profesional, y todo es debido a la necesidad tan grande que tenemos los cubanos.
La falta de alimentos y el insuficiente salario que reciben los trabajadores, más los problemas que enfrentamos día a día, son realmente los culpables de semejantes equivocaciones. Asevero lo anterior porque la señora que cometió el error se justificó al pedirme que tratara de comprenderla, que en el sitio no había suficientes trabajadores y ella tenía que suplir a varios, por lo que tenía mucho trabajo, que además no se le pagaba por ello, y encima de eso tenía que llegar a su casa y encontrarse con que no tenía nada para comer, o que su hijo no tenía ropa y zapatos y otros factores que hacen que se equivoque en los trámites.
Para Cuba actualidad: oromilesun1990@yahoo.es
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