“Nadie quiere a nadie, ¿se acabó el querer?”
“yo no quiero ser tu marido, vamos a vacilar los dos”. En el ruedo cubano de la pareja y la sexualidad, quien no tenga “para dar” que se retire
DÍA DE SAN VALENTÍN
jueves, febrero 13, 2014 | Camilo Ernesto Olivera Peidro | 2 Comentarios
LA HABANA, Cuba. – El amor se acaba… Así se llamaba una canción interpretada por el cantautor cubano Osvaldo Rodríguez. El tema se popularizó a inicios de los ochentas. Era la banda sonora de los créditos finales del filme SE PERMUTA de Rolando Díaz. En este Rosa Fornés interpretaba a una señora que intentaba las mil y una piruetas en dinámicas de permutas. A la vez que buscaba la mansión de sus sueños también rastreaba el buen y solvente pretendiente para su hija (Isabel Santos).
Este aparecía, en la piel de Ramoncito Veloz, como un funcionario exitoso, montado en carro y sin escrúpulos, que se contraponía al hombre que la chica elegiría al final. Un Ingeniero Civil que interpretaba Mario Balmaseda. Este último tenía poco que ofrecer, salvo un futuro a medio construir en la Isla de la Juventud (de Pinos).
En este nuevo milenio cubano ¿A quién preferiría la chica? Pregunté y: “Esto ha cambiado mucho desde ese tiempo”- me respondió un vendedor ambulante de viandas y frutas- “tengo edad para acordarme de esa película”. “Cuando aquello, uno se creía que muchas cosas estarían ahí para siempre, como los rusos y el CAME”. “Había igualdad entre los hombres, y las mujeres elegían a quien le gustaba. No estaban en eso de que si tenías más o menos dinero”. “En la escuela a las muchachas “interesadas” no se les veía con buenos ojos”.
Nadie quiere a nadie, se acabó el querer… Los Van Van de Juan Formell colocaron este número bailable en las listas de popularidad cubanas a mediados de la década de los ochenta. El letrista del tema, Cesar Pupy Pedroso, tuvo una revelación del futuro que se avecinaba. Los soldados o cooperantes que viajaban a Angola, y dejaban atrás señora o novia, no siempre podían contar con que esta les “guardara la forma”. Las misivas que esos hombres recibían, confirmándoles la evidencia de “los tarros”, eran llamadas “Cartas Amarillas”: “Yo recibí en Benguela (costa oeste de Angola) una comunicación del Partido (PCC).Me informaba que mi esposa estaba haciendo cosas a mis espaldas”- habla un veterano de guerra- ” enterarme de eso me sacó de quicio”. “En la carta el Partido me exigía tomar una posición digna y exigirle a mi mujer el divorcio”. “Se le retiraba a ella el derecho a cobrar mi dinero en Cuba” “No se podía ser blandengue, logre sobreponerme”.
Un papirriqui con guaniquiqui…David Calzado con su Charanga Habanera supo con este tema, resumir la crisis de los noventa. El dólar se adueñó del cuerpo y el alma de muchos. La isla se convirtió en un Lupanar turístico en apagón. Las muchachas discutían metro a metro el muro del Malecón, cazando a toda costa a un extranjero. En un popular tema bailable de la época, Manolin El Medico de la Salsa decía: ” Yo voy a hacer una llamada a pagar alla”. Luego añadía: “si suena el telefonito levántalo con cuidado, por si el tipo se despierta mira, no sea que se ponga bravo”. La canción dejaba entrever al “Chulo” que hacia una llamada “a pagar alla” en Italia, a su chica casada y emigrada. La Charanga Habanera edito en 1997 un tema bailable cuyo estribillo era elocuente: “Búscate un “temba” que te mantenga, pa que tu goces, pa que tu tengas…”
“Muchas madres decidieron que sus hijas no son para cubanos trabajadores, que no tienen nada que ofrecer”- me cuenta un ex – empleado de contabilidad, hoy apuntador del juego de “bolita”- “Su objetivo es un tipo solvente, preferiblemente llegado de afuera, que pueda sacar a “su niña” bien casada de aquí”. “Se educa a las hijas para eso”. “Vete a una cola en cualquier embajada, veras que la mayoría de las que están haciendo gestiones son mujeres jóvenes”.
“Cuando tengo dinero le pago a una “fulana X” 50 o 60 CUC para “matar jugada”(sexo)- añade el apuntador – “Si estoy escaso de recursos, consigo una película pornográfica, resuelvo igual…de paso me ahorro enfermedades”
Voy a gastar un millon contigo, no me importa si me quieres o no… El Micha, la pone a ritmo de regetón. Es Febrero, mes del amor. Algunos buscan el modo de regalar algo hoy día 14 a su pareja. Otros muchos no tienen a quien regalarle porque no tienen dinero: “Cuando veo a un amigo acompañado de una muchacha bonita, ya sé que su economía personal está bien”- me dice el “bolitero”- ” el que quiere una relación de pareja estable tiene que estar dispuesto a pagarla por su alto precio, el cobro es en CUC”. Un regguetonero, “El Micha”, lo define: “Voy a gastar un millón contigo”(…)”yo no quiero ser tu marido, vamos a vacilar los dos”. En el ruedo cubano de la pareja y la sexualidad, quien no tenga “para dar” que se retire.
Un Millón, El Micha
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