MARTES, 04 DE FEBRERO DE 2014 00:38
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Cuba actualidad, La Lisa, La Habana, (PD) Cuba es un país netamente beisbolero. Aquí, hasta los niños saben cuándo un pelotero es out o quieto, y si un lanzamiento del pitcher es strike o bola. Por eso, todos advertimos enseguida cuando un árbitro se equivoca
¿Por qué se equivocan tanto los árbitros, que se supone que conozcan al dedillo el libro de reglas y arbitraje?
En la sub-serie inicial entre Industriales y Holguín, en la actual Serie Nacional de Beisbol, la número 53, hubo muy malas decisiones de los jueces.
Sabemos que los árbitros, humanos al fin, no son perfectos, pero, ¿sería mucho pedirles que no sean injustos?
En uno de los innings, bateando el menor de los hermanos Gourriel, con hombres en las almohadillas de tercera con el empate y en primera, se vio a las claras que el bateador llegó quieto a la 1ra base, pero el fallo fue out.
No se necesitaba de la cámara lenta para decidir, pero el árbitro, muy fresco y altanero, viró su rostro y caminó hacia los jardines. Fue una muestra a las claras de su injusticia.
Esto no es de extrañar. Sucederá muchas veces a medida que avance el campeonato. ¡Y pobres de los que protesten! Los señores de negro, en fracciones de segundo, levantarán la mano derecha para expulsarlos.
Ya en los finales del juego de marras, el lanzador cerrador de Industriales lanzaba difícil, bordeando las esquinas. Hubo un lanzamiento en la esquina interior que fue strike y el ampaya principal lo decretó bola. ¿Serán especialistas en desconcentrar a los jugadores para sacarlos de paso?
Después de esto. el director de Industriales, Lázaro Vargas, fue a conversar con el receptor Frank Camilo. El pítcher, que tiene sangre y no horchata en las venas, le dijo algo al árbitro, y este lo echó inmediatamente. Naturalmente, los ánimos se caldearon.
¿Y quién expulsa a estos árbitros que no conocen la verdadera zona de strike, sino que aplican las suyas? Porque parece que cada cual las tiene, a su antojo.
¿Y qué decir del espejito que brillaba en la cara de los jugadores de industriales cuando estaban en el cajón de bateo? En otros tiempos, por mucho menos que esto, aplicando las reglas, se decretaba la victoria al elenco visitador. Pero esta decisión, en este beisbol tan peculiar, no les toca a los árbitros sino al comisionado nacional. ¡Qué horror!
A los narradores deportivos, que conocen la zona de strike y que saben bien cuando es out o quieto, si la decisión es mala, los escuchamos decir "cerradita". Si el lanzamiento es strike o bola y el árbitro se equivoca, les escuchamos: "estuvo cerquita", "de esquina a esquina", "de ventana a ventana", o "zona de duda".
En verdad, se extrañan los tiempos de Bobby Salamanca y Eddy Martin, que para muchos, entre los cuales me incluyo, han sido los mejores narradores que ha tenido el beisbol en Cuba. Aquellos narradores, cuando había malos arbitrajes, llamaban las cosas por su nombre, no decían "cerradita" ni "cerquita".
El periodista deportivo Silfredo Barros que arremetió de modo muy crítico contra Vargas, ¿por qué no hizo lo mismo con los árbitros? ¿Será que está prohibido criticarlos?
Lo positivo en esos tres juegos fue la entrega y combatividad de ambos conjuntos por la victoria. Pero no creo que los holguineros se la merecieran.
Los que imparten justicia en el terreno volverán a equivocarse. Ojalá no decidan juegos o el título. Y los narradores deportivos se harán los de la vista gorda, como siempre.
Un consejo para los jugadores y directores de equipos: nada de protestar, porque los inapelables árbitros los enviarán a las duchas.
¿Hasta cuándo el arbitraje será la nota discordante del beisbol cubano?