martes, 4 de febrero de 2014

SOS transporte

Maritza Quintana Pardo
transporte-maritzaCuba actualidad, Ciego de Ávila, (PD) Para nadie es un secreto la situación del transporte público en Cuba, calificado por muchos como catastrófico, deficitario y excesivamente caro, en especial el servicio de ómnibus nacionales, urbanos y taxis.
El traslado de personas por las festividades de fin de año y comienzos del 2014 puso a prueba el sector, cuyos resultados negativos demostraron una vez más su inefectividad, muy en especial en la provincia de referencia. Durante los primeros días de enero la Terminal de Ómnibus Nacionales de Ciego de Ávila estuvo inundada de personas desesperadas durmiendo en el piso por más de 24 horas, incluidos niños, embarazadas y ancianos cuyo fin era regresar a sus hogares, en su mayoría en La Habana. Entre los días 6 y 7 lograron viajar por lista de espera menos de diez personas.
Mientras esto ocurría, un ejército de buquenques (individuos dedicados a localizar clientes para los autos de alquiler particulares) tomó por asalto el control del lugar y con ello la venta de boletos para cualquier medio de transporte. Inescrupulosamente, los buquenques, en presencia de la Policía Nacional y autoridades del Transporte, ofrecían a los viajeros pasajes para cualquier lugar en ómnibus Yutong de la empresa estatal Astro –un boleto con destino a La Habana a un costo de 15 CUC, equivalente a 375 pesos moneda nacional, cuyo valor real es de 83 pesos cubanos- operación realizada de conjunto con los trabajadores de Astro y el consentimiento de la Administración. Por si fuera poco, tenían el control de todos los autos de alquiler particulares, con el increíble precio de 25 CUC a La Habana, cuando en realidad le entregaban al chofer 10 CUC, es decir, ganaron más que los dueños de los autos.
Los camiones de transporte nacional eran abordados por estos nuevos "transportistas", que alteraban los precios en una operación en la que no faltaron fuertes discusiones, entre otras causas, por disputarse un cliente. Los viajeros, indignados, presentaban sus quejas a los jefes de turno de la Terminal, exigiéndoles que gestionaran salidas de ómnibus extras que les garantizaran el rápido traslado hacia sus respectivas provincias. Los funcionarios se limitaron a responder que no había ómnibus ni combustible. Algunas personas hicieron llamadas al gobierno municipal y a la sede del partido comunista en el territorio, pero nadie obtuvo una solución.
En Cuba es conocido que mientras peor se pone el transporte, más ganan los transportistas, de ahí que todos sepan que la manera más eficaz de conseguir un pasaje es abonando su precio más algunos CUC, gestión que se realiza con los empleados y algunos jefes de turno sin el menor escrúpulo; no les importa que haya impedidos físicos, embarazadas y ancianos esperando horas para viajar honradamente. Están habituados al soborno y a vivir de la miseria de sus semejantes.
Un anciano de más de ochenta años, fuente de esta información, comentó: "Los dirigentes deben vivir a la par de sus pueblos, o al menos compartir sus problemas e intentar resolverlos. Mira a ese jefe de turno con qué prepotencia nos trata a los que no tenemos nada que ofrecerle para mantener esa barriga, porque estoy seguro de que el salario no le alcanza para satisfacer sus necesidades alimenticias. Ahí donde tú lo ves, es una víctima más del sistema. El transporte en Cuba, en especial mi provincia, necesita urgentes medidas, tanto en lo administrativo como en lo privado. Y de los buquenques, ni hablar. Esos, yo creo que compran hasta a la Policía".
Para Cuba actualidad: valdirobe2012@gmail.com
Foto: Osmar Laffita

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