MARTES, 06 DE MAYO DE 2014 00:53
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![Osmar Laffita](http://www.primaveradigital.org/primavera/images/avatars/osmarlaffita.png)
![pinar](http://www.primaveradigital.org/primavera/images/stories/pd322/pinar.jpg)
La exposición fue un reflejo fiel del estancamiento que experimentan todos los sectores de la economía pinareña.
La muestra tuvo muchas carencias. A los visitantes no se les entregó ninguna información escrita que reflejara como marchan la producción tabaquera, la industria pesquera, la de componentes electrónicos, la educación, la salud, el trasporte, el turismo, el medio ambiente, las comunicaciones o la industria maderera.
La producción agrícola y ganadera, por el peso que tienen en el conjunto de la economía pinareña, no estuvieron representadas como realmente ameritaban.
No hubo información de las tierras cultivadas, de cuantas se entregaron en usufructo. Tampoco el total de cooperativas agrícolas ni el monto de lo cosechado el pasado año.
De la construcción en sus diferentes ramas, la ejecución de industrias, la edificación de instalaciones turísticas, la construcción de viviendas, tanto por el Estado como por esfuerzo propio, no hubo nada en la exposición de Vueltabajo, lo que dice que las cosas no están tan bien como los lugareños desearían.
En la provincia de Pinar del Río, la más extensa del país, el 27% de su territorio está cubierto de bosques. De ellos sale la madera para las industrias de la construcción y del mueble. Dispone un aserrío que produce los postes que se destinan para el tendido eléctrico y telefónico, lo que representa un ahorro de divisas en sustitución de importaciones. De esto, tampoco hubo nada en la exposición.
Los dirigentes del Consejo de Administración provincial de Pinar del Rio, que fueron los responsable de lo que se monstro en la exposición, cumplieron la orden dada por el gobierno, de no resaltar la actividad de los pequeños negocios privados ni de las cooperativas no agropecuarias. Una y otra actividad, legalmente autorizadas, no estuvieron representadas en la muestra.
El 23 de abril, día de la inauguración de la exposición, la presencia de público fue bastante pobre. A los asistentes, tan pronto pagaban la entrada, les entregaba un ticket para tener derecho a comprar un módulo que contenía productos de las diferentes industrias de alimentos de la provincia presentes en la muestra, con la excepción de mariscos y pescados.
Tan pronto abrió la muestra, aparecieron centenares de revendedores en busca de alimentos enlatados, siropes, refrescos, ron, etc..
Para evitar problemas, la Policía organizó la larga cola para comprar. Pero muchos, a pesar de los tickets, se las ingeniaban y compraban todo lo que les vendían. Luego, fuera del recinto ferial, se les veía con grandes maletines y jabas rebosadas de mercancía, que luego revenderán al doble o el triple de lo que les costó.
La exposición de Pinar del Rio reflejó los cada vez más graves problemas estructurales de la economía cubana. Si la exposición pretendió enviar alguna señal positiva, no lo consiguió.
Para Cuba actualidad: ramsetgandhi@yahoo.com
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