martes, 6 de mayo de 2014

Coctel Variado 322

Frank Cosme Valdés Quintana
cosme coctel-honda fcx clarityCuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Desde finales de los años 90 comenzaron a circular los primeros prototipos de los autos del futuro, los llamados híbridos. A inicios del siglo XXI se inició su producción en serie.
El auto híbrido combina dos motores, uno eléctrico movido a baterías y otro convencional de combustión interna movido a gasolina. La ventaja de estos autos es que permiten aprovechar un 30% de la energía que generan, mientras que los de gasolina o petróleo solo aprovechan el 19%.
Hasta en el frenado o la desaceleración, esa energía cinética que se escapa en forma de calor es aprovechada y convertida en energía eléctrica gracias a otro invento, los llamados frenos regenerativos.
Estos frenos fueron desarrollados en 1967 por la AMC (American Motor Company) los fabricantes del Rambler, ensayados primeramente en uno de estos vehículos y puestos definitivamente en uno eléctrico que pensaban producir, el Amitron. La AMC no pudo perfeccionar este auto por falta de recursos. Desapareció como compañía en 1983 y en 1987 la Chrysler absorbió lo que quedaba de ella.
Para el 2009 ya circulaban 2.5 millones de híbridos en el mundo. Japón y EUA lideran no solo la construcción de estos vehículos, sino su circulación por sus carreteras. Solo en EUA circulan 1.6 millones.
Aunque casi todas las marcas del mundo fabrican estos autos, Toyota, Honda y Ford son los que más los producen. La razón principal para construir este tipo de vehículos es reducir la polución, pero al mismo tiempo se ha logrado una mayor eficiencia y economía al transportarse en ellos. Está comprobado que la contaminación ambiental provocada por estos vehículos es mínima.
Pero si yo les dijera que ya desde el mismo año 2008, concretamente en el mes de julio, comenzó la venta en EUA y Japón de un vehículo de cero emisiones, que aprovecha el doble de la energía que generan los híbridos, que alcanza los 160 Km/h y que tiene una autonomía de 460 Km, tal vez se sorprenda.
Los japoneses tienen un serio problema de contaminación ambiental dado su desarrollo industrial, la cantidad de autos que circulan por sus ciudades, principalmente Tokio, y su condición de isla. Ese ha sido el principal aguijón que los ha espoleado para desarrollar el Honda FCX Clarity.
cosme coctel-vehculo de hidrgenoAquí partieron el bate los japoneses. Este auto consta de un motor eléctrico, una batería de iones de litio, y una pila de combustible de hidrógeno y su depósito. La electricidad que carga la batería y mueve el motor es una reacción química que se produce entre el combustible (hidrógeno), y el oxígeno de la atmósfera; el resultado final es vapor de agua.
La llamada pila es similar a una batería pero esta está diseñada para permitir el reabastecimiento continuo de los reactivos consumidos. Produce electricidad a través de una fuente externa de reactivos, en este caso el hidrógeno.
Al igual que el híbrido, utiliza los frenos regenerativos para cargar la batería. Aunque otros fabricantes también tienen modelos que funcionan con el mismo principio, solo la Honda ha obtenido la primera certificación para un auto movido por hidrógeno de la Environmental Protection Agency y la California Air Resources Board de EUA. La compañía reiteró el año pasado que dejará de fabricar los híbridos para dedicarse solo a este tipo de vehículos. Y lo más importante: este sistema de la pila de hidrógeno es seguro, no hay peligro de que explote como sucedió con el dirigible de Hindenburg.
Y hablando del Hindenburg: este, junto a su gemelo el Graf Zeppelín II, fueron las dos aeronaves más grandes jamás construidas. Eran más grandes que tres Boeing 747 en fila. Se consideraba un "trasatlántico aéreo" con todas sus comodidades. Tan confiados estaban los alemanes de que nunca habría problemas con el hidrógeno, que hasta tenía un salón para fumar. Y hasta cierto punto así fue.
El 6 de mayo de 1937 se incendió cuando aterrizaba en New Jersey, Estados Unidos. Como fue construido bajo el período nazi, hubo muchas especulaciones de que habría sido un sabotaje, pero la realidad fue otra. El revestimiento exterior que le daba la forma de un gigantesco pepino, dentro del cual había 16 bolsas -14 de hidrógeno y 2 de aire- que permitían su flotabilidad, estaba confeccionado con "algodón barnizado con óxido de hierro y acetato de celulosa impregnado de polvo de aluminio". Una verdadera bomba de tiempo, pues el óxido de hierro y el polvo de aluminio es una mezcla conocida con el nombre de "termita", que se utiliza para producir fuegos artificiales.
El Hindenburg tuvo que esperar varias horas para poder aterrizar en New Jersey a causa de una severa tormenta eléctrica. Aunque teóricamente también había sido diseñado para que no acumulara electricidad estática, no fue así: la tormenta eléctrica amontonó tal carga de esta, que en la popa comenzaron a saltar chispas conocidas en el argot marítimo y aéreo como "fuego de San Telmo", lo cual provocó que se incendiara el forro. Al llegar el fuego a las bolsas con hidrógeno, hizo el resto.
Y hasta la próxima, amigo lector.
Para Cuba actualidad: glofran864@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario