LUNES, 05 DE MAYO DE 2014 00:34
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Cuba actualidad, Habana Vieja, La Habana, (PD) "¿Quién es el último en la cola, compañeros?", dijo el hombre vestido con el traje oficial de los directores de empresas supeditadas al gobierno, al que sus amigos mayimbes le habían soplado que en los próximos días le partirían los cojones por ladrón y descarado en la empresa que el poder del pueblo (la revolución) había puesto en sus manos.
Transcurrieron varios segundos y nadie contestaba. El recién llegado se impacientó y volvió a preguntar: "¿Esta es la cola de los aspirantes a morir pronto?"
Varias personas se miraron entre sí. En realidad, ya nadie sabía quién era el último ni el primero, porque algunos se habían marchado diciendo que volverían a la cola, pero no lo habían hecho.
El hombre se impacientó y declaró a voz en cuello que era una desvergüenza que el pueblo llevara más de medio siglo haciendo colas y todavía no aprendían a organizarse.
El Centro de la Muerte aún no había abierto sus puertas para que pasaran los primeros usuarios. De manera que la culpa la tenía el personal que trabajaba en la unidad.
Entonces, una señora con aspecto de persona que vive bien, dijo: "¡Su pregunta es incorrecta! Ud. debe preguntar quién es el último en la cola para los que quieren morir por segunda vez".
El hombre vestido con el traje oficial de los mayimbes le respondió, perplejo: "Que yo sepa, aún estoy con vida."
Mas la elegante mujer le respondió: "¡Todos los que estamos en esta cola ya nos morimos! Y venimos por segunda vez para que nos vuelvan a matar. Uno nunca sabe si los que se creen vivos hace tiempo se murieron o si los que se creen muertos aún continúan vivos. De manera que Ud. tiene que buscar la cola de los que nunca se han muerto. Aquí sólo estamos los repitentes".
Para Cuba actualidad: ramon597@correosdecuba.cu
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