viernes, 27 de junio de 2014

La pesca en la basura


La pesca en la basura

Enrique: Cierro bien la tapa de los latones, si tienen, porque muchos están sin tapas o virados en el piso. Algunos “buzos” trabajan sucio y los tumban, yo no, yo respeto la limpieza


Recolectores de basura, Cuba (foto-galería de archivo)
LA HABANA, Cuba -Son los llamados “buzos”, porque siempre están sacando de entre los desperdicios algo que se pueda aprovechar. Enrique, o El Pescador, como lo llaman, tiene más de sesenta años y se dedica a registrar colectores de basura. Vive de eso.
¿Desde cuándo haces esto?
-Bueno, hace como 7 años me quedé sin trabajo, pues en el taller del estado donde pinchaba como ayudante de mecánico, metieron a otro tipo, un jefe hijo de mala madre. Y yo quise reclamar pero el sindicato no movió ni un dedo. Un amigo habló conmigo y me dio el salve. Oye, me dijo, yo vivo de los latones de basura, ¿quieres trabajar conmigo? Me reí, y le dije que no al principio. No porque me diera asco, sino porque creía que en la basura solo había basura. Luego me embulló y me llevó un día con él a un recorrido. Encontramos maravillas.
¿Cómo lo hacen? ¿Meten la mano y ya?
-No, no (se ríe), eso tiene su técnica. Yo tengo un gancho largo que hice con un perchero y ando con varias bolsas en un carrito que yo mismo inventé con una caja de cerveza plástica, y las ruedas de unos patines viejos. Ahora no te lo puedo enseñar porque lo tiene mi compañero, nosotros nos turnamos…
¿Es su equipo de trabajo?
- Más o menos…
¿Y hoy estás de descanso?
-Se me ha quedado la manía cada vez que paso por al lado de algún latón, y si está abierto ya no tengo remedio y miro lo que hay dentro.
¿Qué recoges entre tantos desperdicios?
-Hay de todo, desde comida, laticas de cerveza, de refresco, libros sin carátula pero en buen estado. He encontrado tenis viejos, zapatos, pedazos de lámparas, piezas de ventilador, ropa vieja, a veces envuelta y todo, palos, despertadores rotos, discos de los antiguos, algunos sin ralladuras; pomos de todo tipo, desde los de aceite de la tienda, de mayonesa, de medicinas. Una vez vi un libro grandísimo y era una Biblia. Esa no la vendí, la dejé en la iglesia porque creo en Dios, creo que él me ha ayudado con este trabajo, que ahora me da para comer.
O sea, que vendes todos esos artículos
-Sí, las latas se las llevo a unos artesanos que hacen unas camaritas fotográficas; ellos me dan 2 cuc por cada diez latas. La madera se la doy al carpintero de mi barrio, y él me da algún dinero. Igual con las piezas mecánicas, se las doy a uno que arregla ventiladores y lo que sea. Y si son libros, a uno que tiene un timbiriche en la Plaza de Armas; él los encuaderna y se los vende a los extranjeros. Los discos a una mujer de mi barrio que le llueven los clientes que buscan esas músicas de antes. Todo me sirve, hasta la comida que botan, se la llevo a otro que cría puercos.
¿Usted tiene familia? ¿Con quién vive?
-Vivía con mi hermana y mi madre, pero mi madre falleció hace dos años. Y mi hermana se fue a vivir a Santiago con sus hijos y nietos. Me quedé solito. Tenía una mujercita, pero me dejó porque a veces me gusta darme unos tragos…
¿Y dónde vive?
- P’allá arriba, en la calle Cuba, en un solarcito.
¿Tiene problema en las piernas?
-Hace unos meses me caí y me hice un esguince en el tobillo y todavía me ha quedado el dolorcito, por eso uso este bastón, que también encontré en la basura.
¿Tiene miedo a infectarse y contraer una enfermedad, a expensas de bacterias y otros microorganismos que se encuentran en la basura y pueden afectar la salud?
-Tengo unos guantes de cuando tenía mi moto, pero a veces me pongo jabitas en las manos, y cuando llego a mi casa me echo un poco de cloro con agua y me las restriego bien con un cepillo. Después me doy un baño caliente. Por la tarde me gusta jugar dominó y tomarme unos tragos de ron con mis amigos. También oigo el radio, la pelota y la música instrumental.
¿Le han llamado la atención las autoridades por ese tipo de trabajo?
-Me han llevado tres o cuatro veces para la estación de policía, pero me sueltan pronto, no me levantan actas ni nada, solo me dicen que me busque otro trabajo. Y yo les digo que soy cuidadoso, que meto todo en mis jabas y en mi carrito. No riego la basura en el piso. Cierro bien la tapa de los latones si tienen, porque muchos están sin tapas o virados en el piso. Algunos “buzos” trabajan sucio y los tumban, yo no, yo respeto la limpieza.
Han creado un trabajo por cuenta propia para los recogedores de latas…
-Eso es una explotación, lo miden por peso y dan una miseria. Lo mío me lo busco yo. Aquí le quieren sacar a todo el mundo el dinero, hasta a la gente más pobre. ¿Por qué no los ayudan de verdad? ¿Eh?
Imagine por un momento cómo sería esa ayuda a los más necesitados.
-Creo que haciendo lugares, tiendas con cosas más baratas para vender, comida, ropa y otras cosas…, con otros precios, porque todo el mundo no tiene dinero. Ya quitaron lo de la ropa reciclada esa…, todo lo quita este gobierno, uno no puede hacer nada porque te lo quitan y ya…
Gracias y buena suerte con su trabajo.

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