martes, 29 de julio de 2014

Conversación en The Home Depot

Conversación en The Home Depot

¿Cuándo habrá un cambio en Cuba, en quince años o algo así?-, preguntó el empleado

Thbe Home Depot_archivo
The Home Depot_archivo
TAMPA, Florida.- Aunque las autoridades cubanas llevan meses diciendo que incrementarán la producción de accesorios y útiles de plomería, tales producciones no llegan a concretarse. De tal suerte, el pasado viernes, fuimos a The Home Depot por los accesorios para el lavamanos de mi casa en Puerto Padre.
Como ni mi cuñado ni yo no conocemos de plomería, pedimos ayuda a un empleado que amable y prontamente puso en nuestras manos lo que necesitamos. Cuando supo que yo era un cubano que residía en la Isla, y que una vez cumplidas mis obligaciones profesionales regresaba a ella, muy entusiasmado me tendió la mano presentándose:
-Mucho gusto, Pablo, pero aquí todos me dicen El Francés.
Sencillamente, El Francés es una persona encantadora, interesado en su entorno y, a mi juicio, sus ideas están más cercanas a las del sociólogo que a las de empleado de ferretería.
-¿Cuándo habrá un cambio en Cuba, en quince años o algo así?-, me preguntó.
-Antes, mucho antes-, dije.
-¿Usted cree? ¿Cambios como en China o en Vietnam o algo así?
-No. Cuba volverá a ser una democracia y mucho mejor de lo que lo fue antes de 1959. Ya tenemos la experiencia de demasiadas dictaduras, caudillos y politicastros, expuse.
El Francés me observó dubitativamente antes de preguntar:
-¿Y para llegar a eso habrá violencia?
-No tiene por qué haberla, somos un pueblo civilizado y estamos en el siglo XXI.
-¿Usted cree? ¿Usted cree que los cubanos de aquí no irán a reclamar sus casas y las propiedades que perdieron en Cuba?
-Vamos a ver…Las casas que están en manos de familias, de familias humildes, no creo que los cubanos de aquí vayan a Cuba a reclamarlas. No las expropiadas por leyes violatorias de derechos universales; moralmente es inaceptable y jurídicamente también lo es. Ellos pudieron quedarse en sus casas, resistir ese calvario que otros resistieron, pero optaron por el exilio y no los critico.
Existe un precepto en Derecho Civil llamado usucapión, mediante el cual se puede adquirir la propiedad por el paso del tiempo, la posesión del bien debe ser pública y pacífica, y al menos yo, no conozco de casos de cubanos que hayan interpuesto reclamaciones de viviendas en Cuba ante foros acreditados. Las casas expropiadas, esas que están en uso y abuso del régimen, muchas de ellas ahora en alquiler, cuales hostales, debían y deben ser reclamadas.
El caso de otras propiedades es un asunto muy distinto, porque esas son expropiaciones que el régimen hizo quebrantando leyes universalmente aceptadas como vía para perpetuarse en el Poder.
Por sólo citar un ejemplo: el régimen hizo la llamada Segunda Ley de Reforma Agraria con un objetivo bien definido: desposeer de sus tierras y de su capital a la clase media rural cubana, que estaba prestando una valiosa ayuda a los que de forma activa estaban enfrentando al castrismo en la década del sesenta del siglo pasado, traté de explicar.
-Bueno, ojalá sea como usted dice, pero no estoy muy seguro-, dijo El Francés.
Archivo
Archivo
-No se preocupe, usted verá que todo saldrá bien-, dije al final.
-Bueno, mucho gusto conocerlo. Yo quiero lo mejor para Cuba y para todos los cubanos-, dijo El Francés, dándome otra vez la mano.
Cuando lo vi marcharse me dije: ojalá más cubanos se preocuparan por Cuba como se preocupa este francés.
Nota de la Redacción: Alberto Méndez es un periodista independiente que reside en Puerto Padre, Cuba, y se encuentra de visita en Estados Unidos

No hay comentarios:

Publicar un comentario