jueves, 24 de julio de 2014

La Cuba posible según Veiga y Domínguez

Luis Cino Álvarez
Cuba actualidad, Arroyo Naranjo, La Habana, (PD) Será porque soy muy desconfiado o porque no me puedo callar lo que pienso y lo digo sin ambages, pero me da bastante mala espina la página Cuba Posible que anuncian lanzarán próximamente Roberto Veiga y Leiner Domínguez.
Con ellos, todo es ambiguo y confuso. Nunca se sabe si van o si vienen y mucho menos, luego que empezaron a manejar el término "oposición leal", qué es lo que realmente se traen entre manos.
El pasado junio, Veiga y Domínguez anunciaron que ya no serían más los editores de Espacio Laical debido a "la desaprobación del perfil socio-político de la revista en determinados sectores de la comunidad eclesial". Parece que Veiga y Domínguez se dieron por tronados y los traicionó el subconsciente cuando dijeron que fueron "liberados de sus cargos". Como los cubanos sabemos bien qué significa dicha expresión por estos lares y en estas circunstancias, hubo una severa nota aclaratoria del nuevo director de la revista, que hizo que los ex editores rectificaran y dijeran que habían renunciado.
Cuando se fueron a volar a otro cielo, tronados o renunciantes, se sabía que emigrarían a la blogosfera. Antes de que anunciaran Cuba Posible, pensé que irían a dar a 14ymedio, donde como ellos, no son anticastristas, se cuidan de llamar régimen o dictadura al gobierno del general Raúl Castro y le huyen a todo lo que les huela a barricada como el diablo a la cruz. O imaginé que también podrían encontrar acomodo en algún blog oficialista, al estilo de Joven Cuba, pero más madurito y rociado con agua bendita.
Las perspectivas de Veiga, Domíguez y otros similares parecen ser inmejorables para el momento en que el régimen se decida a tolerar –siempre a su conveniencia y para tapar la letra...de los verdaderos periodistas independientes- un remedo del periodismo alternativo. ¿Quién mejor que los ex editores de Espacio Laical para poner límites y decidir quiénes son "los patriotas"?
Algunos se sintieron desconsolados por la partida de Veiga y Domínguez de Espacio Laical, pero si de pluralidad e inclusión se trata, no es mucho lo que se perdió con la partida de los que fueron los editores de Espacio Laical durante los últimos 10 años.
La postura crítica de la que Veiga y Domínguez presumían no iba mucho más allá de orar a Dios porque les concediera a los gobernantes el tino necesario para apurar un poco, un poquito más, los cambios, Lineamientos del Partido Comunista mediante.
Pero lo que es peor: los editores de Espacio Laical se arrogaban el derecho de hablar a nombre no solo de los católicos, sino de todos los cubanos, y lo que es peor, de determinar cuáles eran patriotas y cuáles no.
Muchos no olvidamos aquel editorial con título reminiscente de Borges para el segundo número del año 2013: "Senderos que se bifurcan".
En dicho editorial, que parecía más apropiado para el periódico Granma que para la revista del Arzobispado de La Habana, Veiga y Domínguez, afirmaban, como si hubieran consultado a todos los cubanos, que la generalidad de ellos, "la inmensa mayoría", no deseaba cambios como los ocurridos en Europa Oriental, y alertaban contra "los conspiradores" que pretendían imponer "intereses parciales" que no respondían a "la voluntad expresa del pueblo" –sabrían ellos de acuerdo a qué referéndum- y "secuestrar el país".
Veiga y Domínguez, que decían estar por "el diálogo, la reconciliación, el perdón sin excepciones onerosas", y la pluralidad política, excluían abiertamente de la revista y de los eventos que auspiciaba a los opositores. Quiero decir, a los de verdad, a los que en modo alguno caben en la "oposición leal".
¿Se imaginan con esa oposición leal -ya sabemos a quién- que propugnaban Veiga y Domínguez cómo serían las elecciones libres que alguna vez -¡osados que solían ponerse!- solicitaron en otro de sus editoriales de Espacio Laical?
Tenemos todo el derecho a suponer que en Cuba Posible, como antes en Espacio Laical y sus eventos, los verdaderos opositores, los que son leales al pueblo y no al régimen, estarán excluidos: ellos no tienen cabida en la visión del futuro de Veiga y Domínguez.
Lo peor es que parece haber intereses demasiado poderosos que quieren propulsar a personajes como estos para que bailen a sus anchas en la coreografía que han montado.
Llama la atención que dentro de unos días, en un evento auspiciado por la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE, por sus siglas en inglés) que tendrá lugar en el Hotel Hilton Internacional de Miami, Roberto Veiga y Leiner Domínguez, junto a los académicos Rafael Rojas y Armando Chaguaceda, y nada menos que Arturo López Levi -que si no lo es, resulta lo más parecido posible a un agente de influencia del régimen castrista- serán los encargados de tratar el tema "Estado, sociedad civil y oposición".
Cabe preguntarse: ¿qué saben Veiga y Domínguez de otra oposición que no sea ese engendro que quieren crear para hacer politiquería trucada a favor del régimen y que llaman "oposición leal? ¿Por qué no invitaron al evento a alguno de los líderes opositores que desde hace años se enfrentan al régimen? ¿Será que la Cuba posible que conciben los millonarios interesados en hacer negocios con la dictadura es igual o muy parecida a la de Veiga y Domínguez?
Para Cuba actualidad: luicino2012@gmail.com

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