«Queremos lo mejor para el pueblo cubano sin favorecer al gobierno de Castro»
El congresista demócrata Joe García encara las elecciones congresionales de medio término en el distrito 26 del sur de La Florida.
Dentro de las elecciones congresionales de medio término del próximo mes de noviembre, el distrito 26 del sur de La Florida llama la atención por la rivalidad entre los contrincantes: el actual congresista Joe García por el Partido Demócrata y Carlos Curbelo por el Partido Republicano.
Joe García es una figura muy conocida de la política local de La Florida por sus posiciones respecto al tema cubano y su enfrentamiento electoral anterior con el excongresista republicano David Rivera.
El congresista está siendo acusado por la campaña de su rival de estar involucrado en malos manejos electorales durante la campaña anterior y de hacer declaraciones a favor del comunismo.
El Sr. García aceptó contestar a las preguntas para DIARIO DE CUBA y estuvo conforme con que se tocaran también los temas incómodos de la campaña.
El congresista me recibió durante su hora de almuerzo en un restaurante cercano a una de sus oficinas de campaña del sur de La Florida, un lugar en el que éramos interrumpidos constantemente por asistentes que le consultaban o informaban datos y cifras y por personas que le reconocían.
Debo reconocer que siempre contestó a mis preguntas y que respetó todo el cuestionario, a pesar de las interrupciones y de que, por momentos, lucía visiblemente contrariado por algunas de las preguntas.
¿En qué ha cambiado el enfoque de su nueva campaña política con el enfoque de hace dos años, cuando ganó el escaño en el Congreso?
La experiencia que hemos obtenido durante estos dos años es algo que nos otorga mucha perspectiva para poder resolver los problemas de nuestra comunidad y ayudar a que el sur de La Florida marche adelante.
Estos dos años en el Congreso me hicieron también madurar y enfrentar los retos y las metas de una forma más precisa y efectiva.
¿Qué prometió Joe García en su pasada campaña que no cumplió?
Déjame comenzar diciendo que cualquier repaso de los objetivos y metas de mi campaña pasada demuestra que hemos tenido más logros que incumplimientos.
El trabajo que hemos hecho no se puede medir en promesas cumplidas. La política es el arte de lo posible. No todos los sueños se cumplen, pero nunca dejaremos de luchar por ellos.
Hay proyectos en los que nos encontramos enfrascados a fondo, como la reforma migratoria, que no se cumplieron tal como lo pensamos, pero en los que hemos avanzado de forma considerable y en los que nos mantendremos involucrados durante este nuevo periodo.
¿Crees que le afecte la expulsión de dos miembros de su equipo por malos manejos de estrategias en la campaña anterior?
No creo que me afecte en nada, más bien me ayudó a dejar clara mi posición ante la corrupción, los malos manejos y el fraude electoral o político. Ellos cometieron un grave error, y actuamos de inmediato, despidiéndolos y ofreciendo nuestra completa cooperación a la investigación.
En lo personal no estoy afectado en nada, el fiscal del Estado siempre ha confirmado que no estamos bajo ninguna investigación al respecto.
Además de ser una maniobra fallida, los actos cometidos por estas personas no eran necesarios para que mi candidatura se impusiera. No tengo nada que esconder y por eso preferí tratar esta situación de forma abierta y transparente.
'El comunismo realmente funciona', es la frase suya más usada por la propaganda de su contrincante. ¿Cree que realmente funciona? ¿A qué se debió esta frase?
Es un clásico ejemplo de lo que se puede conseguir sacando las frases de contexto o editando las declaraciones de las personas. Es un acto de política sucia que se descalifica por sí solo.
Mi frase forma parte de un sarcasmo que usaba para describir la estrategia oficial seguida en la frontera sur del país, porque consideraba un error distribuir recursos por todos lados, como algo similar al comunismo que, evidentemente, no funciona.
He recibido decenas de llamadas de personas que sienten pena ajena por los métodos a los que ha apelado mi rival en su intento por descalificarme. Deja mucho que desear el rival que tiene que editar mis declaraciones para crear un falso estado de opinión.
Su contrincante también le acusa de haber sembrado a Roly Arrojo, un candidato fantasma en las pasadas elecciones primarias republicanas para afectar a David Rivera. ¿Qué tipo de relación tiene con este supuesto candidato del Tea Party?
No conozco al Sr. Arrojo, nunca lo he visto, ni tengo ningún tipo de relación con él, ni directa, ni indirecta. No participé en su campaña, no estoy sometido a ninguna investigación por este caso. No hay ningún caso penal, federal o ético en relación con este Sr. Arroyo que tenga que ver conmigo.
Pero eso puede ser visto como el resultado de una trampa bien hecha...
Presumirme culpable es un absurdo, mi inocencia no tiene matices. El sistema judicial es una de las joyas de este país y, si yo hubiera tenido algo que ver con el caso del supuesto candidato plantado, de seguro que ya estuviera acusado.
Todo es una farsa montada por el Sr. Curbelo para denigrarme. Una difamación que heredó de David Rivera y que no le ha dado resultado a ninguno de los dos.
Los jóvenes emigrantes cubanos son un sector del electorado que en su mayoría nunca antes ha emitido su voto y que tienen sus propias características. ¿Qué tiene que ofrecerles Joe García para que voten por él?
Los jóvenes emigrantes cubanos forman parte de la gran familia de la comunidad del distrito 26 y tiene en mí a un aliado.
Nos queda claro que los intereses de estos jóvenes emigrantes coinciden en su mayoría con los intereses del resto de los emigrantes cubanos. Pero por su idiosincrasia y por un problema generacional también tienen intereses específicos que deben ser defendidos. Yo he sido su vocero, su representante ante el Congreso, y eso es lo que aspiro a ser por otros dos años: su rostro, su voz en Washington.
Pero que quede claro que no tengo preferencias. Nosotros estamos aquí para servir a la comunidad en general. Trabajamos cada día para que todos los residentes del sur de La Florida puedan luchar por alcanzar sus sueños, crear una familia en una comunidad segura y con oportunidades para el futuro.
Los viajes a Cuba y el intercambio cultural han sido temas suyos históricamente. ¿Cómo los presenta en esta campaña?
Yo estoy a favor del embargo, el régimen de Castro oprime los derechos de los cubanos y esto es inaceptable. Pero la realidad es que un cubanoamericano caminando por las calles de La Habana impulsa mucho más cambios que todos los gritos que se puedan dar desde Miami.
Tenemos que respaldar a la sociedad civil en Cuba y garantizarle más recursos para que pueda seguir siendo una oposición en contra de los Castro.
¿Entonces no ve los viajes a Cuba como un negocio del cual se favorece el régimen de Castro?
No es que no lo sea, pero hay que verlo en la correlación ganancia y pérdida. Más que un negocio es una puerta a la libertad, al fortalecimiento de la sociedad civil cubana, a los intereses del cubano de a pie.
Puede que los Castro obtengan dinero, pero los cubanos obtienen información, la posibilidad de comparar, de decidir, de sentirse más libres e independientes. A eso no debemos renunciar.
¿No cree que esta posición le resta votos entre el exilio histórico cubano?
No lo creo, pero además, no le tengo miedo a las manipulaciones que digan lo contrario. Creo que es una política que funciona. Hoy el cubano es más independiente, ha crecido su autoestima y disminuido su dependencia del Gobierno.
¿Y qué le ofrece Joe García a los votantes del exilio histórico cubano?
Les puedo prometer que seguiré luchando por la libertad en Cuba. Una libertad que incluye a la democracia. A la misma vez, tenemos que proteger a estas generaciones que ayudaron tanto a crear el Miami fuerte y próspero que hoy conocemos.
Mi oponente llamó estafa piramidal al Medicare y el Seguro Social. Estos programas han sido una garantía para la comunidad retirada y llamarles de otra forma es irresponsable.
¿Se siente más americano que cubano?
Obviamente, me siento parte de ambas comunidades. Tengo mi patria y la patria de mis padres. He convivido con ambas, aunque nunca he viajado a Cuba. La realidad es que he sido parte del desarrollo de una comunidad cubana en EEUU y a la misma vez he estado involucrado en la lucha por la libertad y los derechos humanos en Cuba. Es un sentimiento de dualidad.
Soy como muchos de mis electores, un corazón compartido, y eso lo reflejo en mi gestión como congresista. Se quiénes son mis conciudadanos, cómo sienten, cómo piensan y qué quieren.
En cuanto a la comunidad venezolana, ¿qué puede ofrecerle un nuevo periodo de Joe García que no pueda ofrecerle su contrincante?
Conozco muy bien la causa por la que luchan mis hermanos y hermanas venezolanos.
Ellos también sufren un gobierno que limita los derechos de manera brutal, y mi lucha por la libertad de los cubanos durante tantos años me permite identificarme con el problema venezolano y luchar para que ellos tengan las ventajas del exilio político. Esta ha sido una de mis prioridades en el Congreso.
¿Se siente un ganador o cree que la pelea está difícil en estas elecciones?
Nosotros hemos trabajado fuerte durante estos dos años y sé que la comunidad nos aprecia mucho por esto. Sin embargo, es importante que la gente salga a las urnas y declare su apoyo por el cambio.
Los grupos que están a favor de mi oponente han estado gastando dinero en contra de mi persona desde hace más de un año. Estos multimillonarios no viven en nuestra comunidad y tienen intereses completamente distintos a nuestra comunidad. Si no queremos que estos grupos determinen nuestro futuro, es importante salir a votar.
Para terminar, acerca de la reciente petición de 'The New York Times' al presidente Barack Obama, ¿cree que la Casa Blanca acepte alguna de las peticiones en cuanto al embargo y las relaciones con La Habana?
No puedo adelantar una decisión puramente presidencial. Pero lo que sí puedo decir es que esa administración desde el inicio ha intentado fortalecer la sociedad civil en Cuba para promover el cambio.
¿Y cuál es la opinión de Joe García? ¿Cree que convenga aceptar las peticiones o no?
Queremos lo mejor para el pueblo cubano sin favorecer al gobierno de Castro. Por ello es importante seguir con políticas que promueven más libertades de viajes e intercambio, mientras que por otra parte se mantenga el embargo.
Quiero que todo tiempo futuro sea mejor para el cubano y en aras de este sueño estoy dispuesto a empeñar lo que sea preciso, a cambiar lo que no funcione, pero no a premiar a los hermanos Castro.
Un equilibrio bastante difícil de lograr, pero no imposible.
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