viernes, 17 de octubre de 2014

LA METROLOGIA EN CUBA

La metrología en Cuba

346_pesaCuba actualidad, Habana Vieja, La Habana, (PD) La metrología es la ciencia de la medición, que tiene por objetivo el estudio de los sistemas de medida en cualquier campo de la ciencia.
A través de la historia se comprueba que el progreso de los pueblos siempre estuvo relacionado con su progreso en las mediciones. La Metrología, la ciencia de las mediciones, es una parte permanente e integrada de nuestro diario vivir que a menudo perdemos de vista. En la Metrología se entrelazan la tradición y el cambio. Los sistemas de medición reflejan las tradiciones de los pueblos pero al mismo tiempo estamos permanentemente buscando nuevos patrones y formas de medir como parte de nuestro progreso y evolución. Es por medio de diferentes aparatos e instrumentos de medición que se realizan pruebas y ensayos que permiten determinar la conformidad con las normas existentes de un producto o servicio; en cierta medida, esto permite asegurar la calidad de los productos y servicios que se ofrecen a los consumidores.
En septiembre del año 2014, la Mesa Redonda que ofrece la TV cubana a través de su canal 6, estuvo dedicada a recibir llamadas telefónicas de cubanos interesados en cómo pueden evitar ser estafados en los centros comerciales del estado, especialmente donde se ofertan productos en moneda dura.
Como siempre, los panelistas no batearon las preguntas que venían de rectas y prefirieron utilizar los toques de bolas y los batazos donde estuviera garantizado el out, y nadie se atrevió a reventar una pelota que saliera del parque deportivo político con las bases llenas.
Este batazo tiene un nombre: falta de ética con el pueblo y sus propios dirigentes que viven descaradamente a todo tren y trapo.
A solo cinco años de existir la Revolución, el comandante Ernesto Ché Guevara, siendo ministro de Industrias, previó que para desarrollar la industria cubana, se requerían de herramientas como la automatización, el control de la calidad, la normalización y la metrología.
Pero al comandante Guevara se le pasó por alto que estaba lidiando con un pueblo muy joven en lo que a honor y ética se necesita para casi todo en la vida.
En los países capitalistas, los pequeños empresarios tienen una ética, a la hora de vender un producto, a prueba de fuego, porque saben que si estafan a cualquier consumidor, aunque sea en una onza, y es descubierto, la multa que le ponen por concepto de indemnización es infernal, y como existe la prensa libre para algunos temas, todo el barrio se entera, y ese dueño de negocio no sólo pierde todo su capital, sino que pierde el negocio y tiene que irse a limpiar letrinas.
En Cuba, en cambio, hoy les ofrezco uno de los trucos con que disponen los trabajadores en tiendas de moneda dura que es muy difícil de detectar por los normadores. A los pollos y demás productos cárnicos se les inyecta agua y en el congelador esta agua se congela y cuando el producto es sometido a la pesa, esta marca un peso falso.
Los empleados estatales todos están comprometidos en una pequeña mafia y es muy difícil que los inspectores y personal dedicados a combatir la corrupción puedan detectarlos.
Podría escribirles una larga lista de todos los trucos y fraudes que se cometen en el país, pero sería un listado tan extenso como un diccionario o un directorio telefónico. Demasiado para un artículo de prensa.
El 6 de noviembre de 1964 se inauguró el Laboratorio Central de Metrología en la casita de Edison Sur donde comenzaron a laborar los técnicos preparados en la Escuela de Metrología y posteriormente los que habían estudiado en el extranjero. Especial énfasis se prestó a la calibración de las básculas y balanzas, la mayoría de las cuales estaban en estado lamentable.
Este especial énfasis en las básculas y balanzas ha sido en vano, pues en las bodegas y carnicerías existe el truco de calzar la balanza o inclinarla para que marque unas onzas de más.
Con el desarrollo de la industria, fue creciendo la necesidad del aseguramiento metrológico en otras magnitudes por lo que hubo que mudar el laboratorio primero para Destrampes y Vista Alegre, después para Santa Catalina y Mayía Rodríguez, ambas en La Víbora, y por último, para la instalación de Consulado, donde hoy reside la sede central del Instituto, que pasó a llamarse Instituto de Investigaciones en Metrología (INIMET) desde 1976, al crearse el Comité Estatal de Normalización y se renombró Instituto Nacional de Investigaciones en Metrología en 1998, al promulgarse el Decreto Ley 183 de la Metrología.
Dice en la prensa oficial: “Ya han pasado más de 45 años desde que nació esta institución, en la que se han formado cientos de metrólogos, tanto cubanos como extranjeros, y ha estado envuelta en cuanto acontecimiento nacional relevante ha sucedido en el país, tanto en la esfera económica como en la social. La metrología cubana goza de prestigio y reconocimiento internacional y tiene nexos de colaboración con instituciones de los cinco continentes”.
Cuba podrá ser un ejemplo para el mundo en materia de metrología, pero no lo es de ningún modo para nuestro pueblo.
Este artículo se lo dedico a los que dicen ser “revolucionarios” y sólo son unos desvergonzados parásitos y lumpens que viven muy “revolucionariamente” a costa de las capas más humildes del pueblo cubano, muchas veces sin la necesaria cultura y formación política e ideológica para defenderse.
La mal llamada “prensa independiente al servicio del Imperio” todo lo recuerda y todo lo anota. No crean esos parásitos “revolucionarios” que el abuso es eterno. Algún día tendrán que rendirle cuentas al pueblo.
Anda por ahí una canción que dice que “la maldita culpa no la tiene nadie”. Yo emplazo y afirmo desde estas páginas que la culpa sí es real y la responsabilidad la tienen algunas personas con nombre y apellidos.
Para Cuba actualidad: ramon597@correodecuba.cu
Foto: Osmar Laffita

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