Una receta médica en un trozo de papel rasgado
Poco falta para que los médicos en Cuba terminen escribiendo las recetas en la mano de los enfermos. Formularios no quedan en las consultas. El sistema de salud continúa haciendo aguas.
jueves, octubre 23, 2014 | Ernesto García Díaz | 5 Comentarios
LA HABANA, Cuba ─ Grisel M. Crespo, se queja por la mala atención que recibió su hija, cuando el pasado viernes 17 de octubre acudió al Cuerpo de Guardia del Hospital General Docente Enrique Cabrera Cossío, conocido como “Hospital Nacional”, ubicado en La Habana, con un intenso dolor de oído. Al ser atendida por el doctor Raúl Marmolejo, especialista en Otorrinolaringología, éste no tenía formularios para recetas médicas.
Grisel nos contó: “El doctor Raúl, después de hacerle el examen físico a la niña y diagnosticarle una otitis media, me dijo con pena que no tenía formularios para escribirme la receta médica. En un papel amarillo me anotó las medicinas y su forma de tomarlas. Me asombré porque me dijo: ‘Disculpa, cuando no hay esos modelos tenemos que hacer estos inventos. Ve al médico de familia con el medicamento descrito en el tratamiento y le pides las recetas, explícale la situación, te anoto mi número de registro, para que no haya problema’.”
La madre fue hasta el Consultorio del Médico de la Familia, pero estaba cerrado. La doctora Lilian Vigó Sayeux y la enfermera Maura Grey Duany, no se encontraban. Fue el sábado 18 y tampoco estaban, tuvo que esperar a la próxima semana.
“El lunes 20 volví al centro médico, por suerte me atendió la enfermera, no estaba la Dra. Lilian, según ella, tenía problemas familiares (la excusa de siempre cuando no vienen a trabajar), le dejé las indicaciones del otorrino a ver si la doctora podía hacerme las recetas, le dije que regresaría el martes 21. Pero me fui para el Hospital, a ver si corría otra suerte, pude conseguir las recetas y finalmente pude comprar los medicamentos. Pase cinco días de maltrato”, reconoce Grisel decepcionada.
Este reportero visitó el Hospital Nacional y el Consultorio del Médico de la Familia.
En el Hospital, un doctor, que prefirió su anonimato, expresó: “Si trabajáramos con computadoras en red, tuviéramos nuestros talonarios en las mismas, todo se registraría en ellas, pero seguimos con el quinqué. Los jefes tienen mucha desconfianza, por esa razón nos dan cierto número de formularios para las recetas. La falta de medicinas en los dispensarios, la venta ilegal de fármacos, etc. Todo eso repercute de cualquier manera en el enfermo.”
En el consultorio médico conversé con la enfermera, le pregunté: “¿Por qué no ha venido la doctora?” Y obtuve por respuesta: “No le puedo explicar. Trataré de llamarla a ver si viene, llame un poco más tarde”.
Sin los medios necesarios para ejercer su profesión, no se justifica, pero se entiende el por qué del maltrato, la falta de ética médica y la indisciplina laboral que minan los servicios primarios de salud en Cuba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario