“Esta no es más que una iniciativa que facilita el proceso de poder adquirir un automóvil o motocicleta de segunda mano”
Autos “almendrones” en exhibición (foto del autor)
ARTEMISA, Cuba.- Hace varios meses se vienen observando automóviles y motocicletas estacionados en la entrada del Municipio San Antonio de los Baños todos los viernes. El motivo de la reunión: llegar a concretar un trato, ya sea de compra-venta o intercambio entre propietarios de automóviles y motocicletas.
Intermediarios llamados ‘corredores’ se encargan de buscar compradores o vendedores y también de verificar que todo esté en regla con los vehículos que se venden. Estas reuniones han ido ingresando participantes poco a poco y en menos de 3 meses ya acude un gran número de vehículos y motos semanalmente.
Dos residentes de San Antonio afirman que fue su iniciativa la creación de estas ferias y que de esta manera se puede llegar a ganar muchísimo dinero.
“Siempre nos dedicamos a intermediar en negocios de compra y venta de automóviles o motocicletas. Un día se nos ocurrió que podíamos dar cita en un lugar específico a compradores y vendedores y que estos llevaran sus vehículos para de esta forma simplificar el proceso. Hoy se ha vuelto costumbre ya que todos los viernes los que quieren vender algún vehículo simplemente se estacionan aquí y esto se ha convertido en una tienda de autos y motos”, nos comentó Felipe García, uno de los dos intermediarios que se atribuyen la creación de estos eventos.
“Los cubanos no contamos con un lugar o concesionario para poder comprar un automóvil a un precio razonable, el gobierno vende carros pero a precios exagerados (240 000 dólares un auto marca Peugeot). Esta no es más que una iniciativa que nos ayuda y facilita el proceso de poder adquirir un automóvil o motocicleta de segunda mano”, añadió Guillermo Reyes, quien se encontraba en el lugar buscando comprar un auto marca Lada de los años 80.
Orlando Tabares otro de los intermediarios que se encontraba en el lugar, nos contó: “Nosotros nos encargamos de mediar entre el comprador y el vendedor, verificamos en el registro de vehículos la legalidad de los autos y las motos. Podemos hacer que se cierre un trato y de la venta, como es lógico, sacamos alrededor de 50 dólares por cada moto y 100 por los autos. No hacemos nada fuera de la ley, todo es seguro y legal, los compradores tienen la garantía que todo está en regla para poder adquirirlo.”
Intercambio de vehículos
Los intercambios de vehículos también son muy comunes. Un comprador comentaba que había cambiado su motocicleta marca Jawa del año 1979 más mil dólares por un auto pequeño. “El dueño del automóvil necesitaba el dinero y algún vehículo para trasportarse y concretamos el negocio al momento. Todo fue a través de los intermediarios que, como es lógico, ganaron 80 CUC (peso convertible) por el negocio. Al final todos quedamos satisfechos y ahora tengo un auto marca FIAT del año 1986”.
Al llegar la tarde comienza la otra parte del evento. Vendedores de números para rifas de todo tipo se pasean por el lugar. Desde cajas de cerveza, piernas de cerdo asadas hasta motocicletas entran en juego.
“El viernes pasado nos ganamos una caja de cerveza y nos fuimos de fiesta al finalizar la feria. Esto está muy bien organizado y las rifas son el gancho ideal para atraer más personas. Aunque las rifas no son permitidas por el gobierno, hasta ahora la policía no ha aparecido por aquí. Vamos a ver cuánto nos dura la felicidad”, exclamó el propietario de un vehículo americano de los años 50 que prefirió el anonimato.
Las ferias de ventas de vehículos se celebran todos los viernes en el municipio San Antonio de los Baños. Tanto los organizadores como los participantes se benefician y muchos llegan a concretar tratos de compra venta o intercambio. La sed de los cubanos por la compra-venta y la libertad de poder hacer negocios se ha vuelto más fuerte después de medio siglo de prohibiciones.
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