domingo, 1 de noviembre de 2015

Obras de Aguas de La Habana y ETECSA desvían el tráfico en una céntrica zona de la capital

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Peatones y conductores privados se quejan de la extensión del área afectada, la lentitud de los trabajos y la descoordinación de los responsables.
Trabajos en la calle Zulueta. (AZ)
Una vez más las reparaciones de tuberías en La Habana Vieja mantienen una calle rota por más de una semana mientras el tráfico enloquece. En esta ocasión, la vía afectada es Zulueta, una de las más transitadas por taxis y autos en general.
"Llevamos una semana desviados", se queja el chofer de un almendrón. "No es malo que reparen las tuberías, claro, lo que sí es malo es que cuando empiezan no tiene para cuándo acabar".
La preocupación de los choferes parece justificarse también por la extensión del agujero. Comenzaron perforando una cuadra y ya en esta semana las obras abarcaban más de cuatro cuadras, empezando en la esquina del Preuniversitario de La Habana. "Van a llegar a la estación de trenes", aventura una señora. "Total, yo creo que es nada más para enseñar la maquinita".
Es cierto que los habaneros, acostumbrados al martillo neumático y a los picos y palas, se muestran curiosos por la maquinaria empleada. "Se llama zanjadora", explica uno de los trabajadores de la obra. "Mira qué derechitos abre los huecos".
Mientras la "maquinita" abre sus zanjas "derechitas" en Zulueta, el tráfico de la zona se congestiona, sobre todo en las horas pico. A un costado del Payret las bocinas ensordecen a los peatones, quienes apenas pueden cruzar hacia el Parque Central.
Para empeorar la situación, otra zanjadora trabaja alrededor del Capitolio. Uno de los huecos abarca dos cuadras de la calle Dragones y el otro dos más de la calle Industria. La esquina donde se encuentran las dos vías es intransitable incluso para los peatones.
"Nosotros somos de Aguas de La Habana. El hueco de Zulueta es de la gente de ETECSA", aclara un obrero.
"No importa de dónde sean los que abren los huecos", opina una vendedora de maní en el Parque Central. "El lío es que nunca se ponen de acuerdo y ahora tenemos una pila de calles cerradas en el mismo pedacito. Así es cómo se vuelven locos los choferes. No saben por dónde coger y ahí vienen los accidentes".
Los taxistas de la ruta Habana-Alamar, que solían cargar pasajeros en Zulueta, no encuentran lugares dónde parquear. Los pasajeros tampoco saben ya dónde buscar los taxis.
"Hay un decreto ley que nos permite recoger pasaje en las paradas si no hay ninguna guagua en ese momento", explica un botero de esta ruta. "Pero eso es a consideración del policía de tránsito que esté en el momento. La verdad es que casi nunca nos permiten cargar en la parada del Capitolio, y ahora mismo es el único lugar donde podemos parar con todos esos huecos".
Aunque ETECSA y Aguas de La Habana terminen su trabajo en tiempo récord, queda siempre la segunda parte, cerrar los agujeros. Esa tarea corresponde a Viales y hasta ahora han demostrado ser el organismo que más demora en cumplir su parte del proceso.
"Es lo que yo digo", insiste la manisera, "no se ponen de acuerdo. La gente de Viales va y ni se entera de que media Habana no tiene calles, y en lo que el palo va y viene, pasan meses... Pasa por aquí en noviembre o diciembre y te cuento cómo va la cosa".

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