miércoles, 17 de agosto de 2016

UN DIA COMO HOY, EN LA HISTORIA DE CUBA.

POR: GUIJE CUBA

El 17 de agosto en la Historia de Cuba

• 1734 -

- Contrata de Tallapiedra.



Emeterio S. Santovenia en “Un Día Como Hoy” de la Editorial Trópico, 1946, páginas 465-466 nos describe los acontecimientos del 17 de Agosto de 1734 en la Historia de Cuba:

   “La codicia y la altivez que acompañaron muchos de los actos del mariscal de campo Juan Francisco Güemes Horcasitas, contrastando con excelentes condiciones de mando que en otros sentidos poseía, le acarrearon enemigos formidables. Llegó a acusársele en términos destemplados. No eran pocos los que veían en él un pésimo representante de los supremos intereses de la Corona. Se le tuvo por perturbador funestísimo de la vida de la Colonia. Un clérigo llamado Agüera Tobar, en memorial enderezado al Consejo Real y Supremo de las Indias, aseveró:

   “"Aunque es universal en todo, ha levantado una pensión en licencias; extendiendo las ordinarias de dos reales a ocho, y éstas a treinta y dos. Las prohibidas las habilitó para llenar la ciudad de tablajes y garitas. Las permite a negros, pierde caudal y honra el hijo de familia, y son sin número las ofensas a Dios que lloran los vecinos y toda la Isla."

   “Estas acusaciones eran exageradas, pero no carecían de veracidad. El medio en que actuaba Güemes estaba corrompido. Entre sus censores había gente que buscaba la manera de proporcionarse ventajas para sí misma con ocasión de las inclinaciones del Capitán General. La perversidad podía más que el amor al bien público. Hombres un día revueltos contra extralimitaciones e injusticias intolerables se hallaban al siguiente, concebida ya una idea de lucro particular, muy cerca de la autoridad atacada, para concertar un agravio a los intereses procomunales.

   “Algunos individuos importantes relacionados con Cuba jamás combatieron a Güemes Horcasitas, acaso por haberse concertado con él desde el principio. Así sucedió con Antonio Tallapiedra, rico hombre de negocios de Cádiz. En España, antes de partir Güemes Horcasitas para Cuba, ambos se habían entendido respecto a una operación relativa al comercio del tabaco de la Isla. Güemes Horcasitas no se opuso al desarrollo de los planes de Tallapiedra. El asentista no perdió ni tiempo ni oportunidad para lograr por medio de valedores eficaces en Madrid todo lo necesario hasta celebrar el 17 de agosto de 1734 una contrata por la que, leoninamente, con cláusulas más ventajosas para él que para el Fisco, se comprometía a depositar cada año tres millones de libras de tabaco de Cuba en los talleres de Sevilla. Semejante medio había sido ideado por quienes de él se aprovechaban para resarcirse con creces de los perjuicios que a todos acarreaba el monopolio de la aromática hoja que el Gobierno se tenía adjudicado.”

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