miércoles, 22 de febrero de 2017

Según la Seguridad del Estado el reclamo social es propaganda enemiga en Cuba

Por: Luis Alain Guzmán Ramírez
Promotor de los Municipios de OposiciónCorreo: alaingr72@nauta.cu Teléfono: 53- 54 201 763
SONGO-LA MAYA, Santiago de Cuba - 20 de febrero del 2017 – El pasado día 15 de este mes acudí a una citación por parte del Oficial de la Seguridad del Estado, Eider Torres,  en la Estación de Policía de la Maya. Allí el oficial Torres me dio a formar una Acta de Advertencia, que hacía referencia al Art. 75 del Código Penal. Le pregunté que decía este artículo y parece que ni el mismo lo sabía y como en evasiva me dijo que yo no tenía que saber nada. 
Al negarme a firmar un Acta de Advertencia que coarta mis derechos, me dijo el agente Torres que habíamos terminado. Entonces en ese momento le entregué  una demanda sobre el Sistema Judicial y Penitenciario cubano y un trabajo sobre el problema del combustible. Esto produjo que este agente entrara en cólera y me dijo: “ahora no te vas, tú eres un falta d respeto. Eso Frandin, Antonio, ni Diosmel nunca lo hicieron”.

Esta expresión del agente Torres demuestra que desconoce el trabajo que hicieron estos líderes opositores, o su memoria tiene serios problemas.  En nuestra página de Internet 
www.municipoosdeoposcion.com hay imágenes que ilustran como en repetidas ocasiones los directivos de los MDO han presentado múltiples demandas a las instituciones del estado. Incluso, varias de las iniciativas que estamos poniendo en práctica son de la autoría de los fundadores de este proyecto, como Antonio Alonso y Hergues Frandín. 
Lo que si ya estaba determinado era que debía sufrir un castigo, por mi trabajo social en representación de la comunidad y buscar el amedrentamiento. Para eso me llevó a una oficina en ruinas con una sola silla y me dijo: “estas retenido aquí”. Eso fue desde las 2:30 PM hasta las 6 de la tarde. A esa hora me llevó a la carpeta policial donde tenían preparada la orden de detención, que también me negué a firmar ya que decía que era detenido por delitos contra la Seguridad del Estado y propaganda enemiga al servicio de una potencia extranjera. Estas imputaciones demuestran el concepto que tiene la policía política del trabajo social, que la falta de medicamentos, servicios médicos, falta de transporte e infractora y la violación de los derechos humanos, que son una realidad palpable, ahora son delitos contra la Seguridad del Estado y propaganda enemiga.
Como parte del castigo, me llevaron a los calabozos donde permanecí desde el miércoles al sábado donde nadie me atendió ni llamó para ninguna investigación. Allí permanecí tres hombres acusados por delitos de hurto y sacrificio de ganado mayor. Paradójicamente, la demanda presentada al agente Torres, recoge la incongruencia esa figura jurídica,  que en más de 50 años de implantada, no ha resuelto la escasez de la carne de res.  

El sábado entró a la zona de calabozos un Mayor, Jefe de la Unidad de Policía, me preguntó porque yo estaba allí, le respondí que la Seguridad del Estado me había detenido por presentar una demanda sobre Sistema Judicial y Penitenciario cubano. Me dijo que iba a ver eso, y en efecto, en horas de la tarde me entrevistó el agente Erick, quien me dijo que yo no tenía cabida en Cuba, debido a mi posición y que no podía volver a hacer una vida como un ciudadano normal, debido a mi forma de pensar, que eso en el futuro le podía hacer daño a mi hija a la hora de elegir una carrera para estudiar.
El domingo por el medio día me entrevistó el agente Eider Torres, quien me dijo que yo no podía trabajar más en Cuba, debido a mi posición política, que había cometido un delito grave, con eso de entregar demandas a las instituciones del estado,  que tenía indicaciones de detener a todo el que entregara una demanda al gobierno.
Finalmente recurrió a su método de siempre, las amenazas. Que si seguía en eso podía ir preso, a lo que le respondí, que  nosotros no teníamos secretos, que todo era transparente, que demandar al gobierno por su injusticia social, no era un delito, sino una responsabilidad ciudadana.  Ante esa realidad, apeló a si viejo argumento, que éramos pagados por una potencia extranjera y por organizaciones contrarrevolucionarias en EEUU.  A lo que le respondí, que seguiríamos presentando nuestras demandas, incluida la Seguridad del Estado, que las cárceles no resuelven los problemas sociales, sino que los empeoran, que acallar las veces que denuncian no es la solución de los problemas, que mientras no se resuelva la insatisfacción social siempre habrá quien levante la voz. 
Al concluir la entrevista me dijo el agente Eider Torres que me volvería a citar, que me pondría en libertad ese día o al día siguiente, pero alrededor de la una de la tarde del propio domingo fui liberado.

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