Antuanett Creagh García, madre de dos niñas, recibió este jueves un nuevo ultimátum de la Policía de la localidad habanera de Guanabo, donde reside: o abandona su casa de manera voluntaria o
será sacada por la fuerza junto a sus dos hijas, de 10 y 12 años de edad.
La Policía no le precisó esta vez una fecha de ejecución del desalojo.
"Yo les volví a decir que de mi casa no saldría de ninguna manera, porque soy inocente y eso ha quedado probado. Ellos me dijeron que vendrán con representantes de todas las organizaciones de masas a efectuar la 'extracción', y que me mandarán a un albergue de por vida, que nunca más podría ser propietaria de una casa", declaró Creagh García a DIARIO DE CUBA.
"Extracción" es el eufemismo que las autoridades cubanas utilizan para evitar hablar de desalojo, algo que aseguran no existe en la Isla.
En noviembre del pasado año, Creagh García
recibió la primera amenaza. Aunque en un inicio había decidido ceder por la salud mental de sus hijas, reconsideró su posición al comprobar las infrahumanas condiciones del albergue al que serían enviadas.
Esta madre incluso intentó llegar junto a sus dos hijas a la casa de Miguel Díaz-Canel, para que este conociera de manera directa su caso. Por esa acción fue arrestada, pero durante un tiempo dejó de ser molestada. Ahora, las autoridades han retomado la ofensiva.
El caso de Creagh García se dio a conocer a mediados del pasado año, tras la denuncia que esta mujer hizo en las redes sociales.
En 2016, al padre de sus hijas le descubrieran marihuana en el techo de la casa, de la cual ella es legítima propietaria. Comenzaron entonces las amenazas de desalojo por parte de las autoridades, que esgrimen el Decreto Ley 232, según el cual si en una vivienda se encuentra droga, esta puede ser objeto de confiscación.
Las propias autoridades policiales reconocieron posteriormente la inocencia de Creagh García en el delito de su pareja, debido a que ella le tiene temor a las alturas y su pareja nunca le comunicó la existencia de esas plantas en la casa.
Sin embargo, eso no ha sido suficiente. Desde esa fecha, la vida de Creagh García ha estado marcada por la permanente amenaza de ser desalojada junto a sus hijas, quienes han quedado afectadas en su rendimiento escolar y su salud mental.
"Como único me sacan es a la fuerza", aseguró. "Tengo el apoyo de muchas personas que no están dispuestas a que se cometa esa gran injusticia. No me pienso quedar de brazos cruzados".
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