viernes, 12 de febrero de 2010

CIUDAD PLATANITO



Por Tania Díaz Castro

Santa Fe, La Habana, febrero 11 de 2010 (PD) Ciudad Platanito es un barrio marginal del municipio Cerro, situado en una zona muy concurrida de la capital cubana. Sus 300 metros cuadrados de casuchas a punto de caerse y trillos inundados de aguas albañales, ocultos a las miradas curiosas, están rodeados por el Stadium Latinoamericano, la fábrica de tabacos H. Hupman y el edificio de apartamentos Granma, donde viven trabajadores y periodistas del periódico del mismo nombre, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.

Cuando Ciudad Platanito era el ensanche del Vedado habanero formó parte de aquel importante proyecto de Fulgencio Batista, el dictador anterior, paralizado en 1959 y que abarcaba la Plaza Cívica, hoy llamada Plaza de la Revolución, con sus nuevos ministerios y sede de gobierno. Pero Ciudad Platanito no ha podido prosperar como quisieran sus 500 familias, quienes levantaron sus casas con recursos propios o materiales desechables: pedazos de zinc, maderas viejas, antiguos letreros de la Coca Cola y cartones en los huecos de las ventanas.

Dicen sus pobladores más viejos que antiguamente era una finca particular de plátanos en las márgenes de la línea del ferrocarril, que desapareció casi totalmente al triunfo de la Revolución Cubana, y que Ciudad Platanito surgió un poco más tarde, posiblemente a principios de los años 70, ante la necesidad de vivienda de personas de muy bajos recursos económicos.

En el actual mapa turístico de La Habana, editado por la Empresa Cubana de Geodesia y Cartografía, la zona que abarca Ciudad Platanito, no tiene señal alguna. En realidad no se sabe por dónde se entra ni por dónde se sale. Es sólo un espacio vacío de color verde. No tan grande, por supuesto, como Punto Cero, esa otra amplia zona, del mismo color en el mapa, situada a un costado del reparto residencial Siboney y los poblados de Jaimanitas y Santa Fé, con más de mil kilómetros cuadrados, y justamente donde terminan los mapas turísticos de la ciudad, como para que nadie sepa dónde residen el Comandante en Jefe, muchos de sus ministros y al fondo, su hermano el General sucesor.

Esto quiere decir que estos dos barrios, Punto Cero y Ciudad Platanito, están ocultos a los ojos del turista curioso que quiere conocer Cuba. El único parecido que tienen entre sí, es que en ambos no se sabe por dónde se entra ni por dónde se sale.

Ciudad Platanito no tiene calles. Sólo trillos sin nombre, casi laberínticos. Cuando cualquiera de sus pobladores explica dónde vive, tiene que referirse a las calles que rodean el barrio: 20 de Mayo, Pedro Pérez, Patria y General E. Núñez. Su entrada o salida podría estar ante una vieja ceiba, o un estrecho callejón algo misterioso que termina en los patios de algunas de sus casitas.

Pero a unos pocos pasos de Ciudad Platanito, cualquiera se sorprende con lo que se tropieza de pronto: nada menos que el imponente y glorioso edificio del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, jamás visitado por los vecinos de Ciudad Platanito, desamparados proletarios que mucho se parecen a los pobres de Las Favelas de Río de Janeiro, las Villas Miseria de Argentina o Los Cerros de Caracas.

vlamagre@yahoo.com

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