lunes, 15 de febrero de 2010

Plan de Piñera y Lula para reconstruir Haití



15 de febrero de 2010, 02:00 AM

Carlos Vergara
Corresponsal en Chile

SANTIAGO, Chile.- Asumiendo un inesperado liderazgo regional, el presidente electo de Chile, Sebastián Piñera, acordó con el mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, un plan para la reconstrucción de Haití, devastado tras el terremoto del 12 de enero, que dejó unos 230.000 muertos, que será presentado en la cumbre del Grupo de Río, la semana próxima.

Fuentes cercanas al empresario confirmaron a LA NACION que el plan ya fue delineado junto con el canciller brasileño, Celso Amorim, durante la visita de este último a Chile el pasado viernes.

La de Amorim fue la primera visita oficial recibida por el futuro mandatario chileno. En ella, el canciller brasileño acordó con Piñera los primeros esbozos de la iniciativa que proyecta la organización de un centro de protección civil que colabore con el gobierno haitiano de René Préval en la reconstrucción de los edificios del poder público de Puerto Príncipe, los que incluyen 13 ministerios y el Palacio de Gobierno, hoy completamente en ruinas.

Piñera, invitado expresamente por Michelle Bachelet a la cumbre que se realizará el próximo 22 y 23 de febrero en Cancún, acudirá como jefe de Estado electo junto con su futuro canciller, Alfredo Moreno, y pretende integrar también a ex cancilleres de la Concertación.

"La iniciativa entre Lula y Piñera por Haití será una demostración para la comunidad internacional de que las divergencias ideológicas no pueden sobreponerse a las acciones conjuntas", aseveraron fuentes diplomáticas brasileñas.

Pese a que la Argentina no fue mencionada en el anuncio oficial, hecho en Brasil, fuentes cercanas al canciller, Jorge Taiana, explicaron a LA NACION que el país trabaja hace años junto con Brasil y Chile en la ayuda a Haití. Las mismas fuentes aseguraron que la Argentina está vinculada con el operativo de reconstrucción anunciado.

El gesto de Lula hacia Piñera no es el primero en su auspiciosa relación. Ya durante la campaña presidencial, el mandatario brasileño recibió al empresario a pocas semanas de la primera vuelta, lo que causó resquemores entre el oficialismo chileno.

Después de la visita de Amorim a la residencia de Piñera, en Las Condes, el canciller brasileño confirmó el viaje de Lula a Santiago para el cambio de mando del próximo 11 de marzo, y dio a conocer los deseos del mandatario brasileño de que su país fuera el primero en ser visitado oficialmente por el futuro presidente de Chile.

La eventual gira, que sería realizada inicialmente durante la tercera semana de marzo, fue elogiada tanto por la centroderecha chilena como por la Concertación, que alabó el feeling que ha conseguido Piñera con un aliado tan política y económicamente poderoso como Lula.

El mismo viaje incluiría una posterior visita a la presidenta de la Argentina, Cristina Kirchner, según revelaron fuentes del futuro gobierno de centroderecha.

El futuro papel de Piñera en el escenario regional es seguido de cerca por diversos analistas consultados por LA NACION.

Si bien se pensaba en un principio que el jefe de Estado electo cerraría filas con su par de Colombia, Alvaro Uribe; con el mandatario de Perú, Alan García, y con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, muchos advierten la "habilidad" y "sutileza" que ha mostrado Piñera para acercarse a figuras como Lula y Felipe Calderón, de México, para instalarse como un par y un potencial nuevo referente político de la región.

La primera señal, según los expertos, fue su inesperado apoyo del viernes pasado a José Miguel Insulza, para ser reelegido secretario general de la OEA.

Con la colaboración de Lucas Colonna

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