Por Manuel Aguirre Lavarrere (Mackandal)Publicado Hoy
Guanajay, Habana, 27 de mayo de 2010, (PD) Ninguno de los gobiernos que ha tenido Cuba ha sido consecuente con el sacrificio del negro en la historia patria. Pero ninguno como el actual régimen ha tenido tantas oportunidades para sanear a la nación de toda lacra racista y excluyente y dar un giro de ciento ochenta grados para lograr la mayor suma de felicidad posible a toda la población. Siendo un sistema socialista donde según los ideólogos del comunismo científico debe primar la convivencia igualitaria hacia todo ciudadano, el régimen cubano se aleja cada día más de ese precepto básico en la dignidad del hombre y levanta muros de distanciamientos y desigualdad ciudadana. Estos son sólo invisibles para el que desde adentro no quiera verlos y para trasnochados turistas extranjeros y diplomáticos de parabienes a los que les basta tener sexo con una negra o mulata para decir que todo está bien y por lo mismo, sin convencimiento de causa apoyar al gobierno y criticar de forma inconsciente a los que buscan el bienestar de la nación y se oponen de forma pacífica a las mentiras del sistema.
La oposición pacífica ya suma varias decenas de muertos, cuyos nombres están vivos en la memoria colectiva. En las huelgas de hambre que han tenido y tienen lugar en Cuba prima con orgullo el sacrificio y la hombradía de los afrocubanos y muestran claramente el punto neurálgico de un por ciento mayoritario de la población afro descendiente en su posición de dar al traste con las exclusiones, el sometimiento y las torturas, tanto físicas como psicológicas a las que tiene que enfrentarse día a día dentro de la bochornosa realidad cubana.
El negro en Cuba fue convocado al compromiso político primero y al sometimiento ideológico después. Esas son las causas fundamentales por las que aun hoy, a pesar de llegar al siglo XXI con el más bajo nivel de pobreza, el estatus social del cubano no decide de forma contestataria su futuro.
La ideología oficial, en los últimos años, se ha visto ridiculizada en muchos de sus principales sostenedores, corruptos y dualistas, cuyos abusos de lesa economía y desmanes del “yo sí puedo” son altamente filtradas en la opinión pública nacional. Eso ha hecho que el negro cubano en creciente oposición decida reclamar sus derechos y enfrentar el abuso oficial de dientes para afuera. El compromiso, al que primeramente fue convocado, hoy panea la opinión del que sufre, en un plano ridículo y de obligada militancia.
makandalmm@yahoo.com
Foto: Marcelo López
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