EL TEMOR Y LA COBARDÍA

Por Pr Manuel Morejón SolerPublicado Hoy

San Miguel del Padrón, La Habana, mayo 27 de 2010 (PD) Había una zorra, que nunca había visto a un león, a la que el destino puso un día delante de la fiera. Como era la primera vez que le veía, sintió un miedo espantoso y se alejó tan rápido como pudo. Al encontrar al león por segunda vez, aún sintió miedo, pero menos que antes y lo observó con calma por un rato. Al verlo por tercera vez, se envalentonó lo suficiente hasta llegar a acercarse a él para entablar conversación.

La moraleja de esta fábula de Esopo es que en la medida que vayas conociendo algo, así le irás perdiendo el miedo, pero mantén siempre la distancia y prudencia adecuada.

¿Qué dicen las Sagradas Escrituras?

“No nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
2da de Timoteo 1:7.

“Pero para los cobardes e incrédulos, para los abominables y homicidas, para los fornicarios y hechiceros, para los idólatras y todos los mentirosos, su herencia será el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.
Apocalipsis 21:8.

Jesucristo hombre, como tal, estuvo sujeto a todas las pasiones y emociones que sobrellevamos nosotros. Si no hubiera sido así, la cruz del calvario hubiera sido el engaño más grande de todos los tiempos. Además, con respecto a nosotros, Jesucristo hubiera sido incompleto y menor, por carecer de sentimientos. Pero nosotros estamos hechos a su imagen y semejanza, por tanto podemos asegurar que Jesucristo también tuvo temores.

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no puede compadecerse de nuestras debilidades, pues él fue tentado en todo igual que nosotros, pero sin pecado.”
Hebreos 4:15.

El miedo es natural, ser capaz de vencerlo es valentía.

“El temor es la madre de la moralidad.”
Friedrich Nietzsche (1844-1900), filósofo alemán.

“A cada día le bastan sus temores, no hay por qué anticipar los de mañana”.
Charles Péguy (1873-1914), escritor francés.

Dios ayuda a vencer el temor y da valor. El Señor lo que repudia es la cobardía. Por ello, los primeros que van a ser condenados, entre todas las demás abominaciones, son los cobardes.

Cuando los gobernantes buscan tan extremadamente los medios de hacerse temer, encuentran antes siempre el medio de hacerse detestar.

Decía el filósofo griego Platón que “el hombre que es temido por muchos, a muchos ha de temer.”

¡Cuantos cubanos hoy no desaprueban tantos medios represivos, el sindicato único, las administraciones, el partido único, los tribunales de “justicia”, la PNR, el Departamento de Seguridad del Estado (policía política), y como si no bastara, las Brigadas de Respuesta Rápida para implantar el terror.

¿Acaso no es una cobardía acosar durante más de seis horas a 13 mujeres vestidas de blanco que solamente pedían libertad para sus esposos o hijos presos por su forma de pensar?

¿No es cobardía estropear salvajemente a la bloguera Yoani Sánchez, y poner en peligro su vida por haber obtenido más de diez premios internacionales por denunciar las injusticias sociales?

¿No fue cobardía cuando recientemente intentaron sancionar a 20 meses de privación de libertad a Dania Virgen García por diferencias familiares, según la causa que le radicaron, pero que en realidad fue para castigarla porque no teme a todos esos medios represivos y es una periodista independiente?

Son sólo algunos casos entre muchos más.

No confundamos el temor con la cobardía. Los cobardes no tienen concepto de sí mismos...¡No tienen nada!