viernes, 28 de mayo de 2010

A PESAR DEL AZOTE CONSTANTE


Por Rodolfo Ramírez HernándezPublicado Hoy

Santiago de Las Vegas, La Habana, 27 de mayo de 2010 (PD) ¿Por qué la necesidad de que un gobierno tenga una policía política, cuando esta la mayoría de las veces solo ha existido para reprimir en los regímenes comunistas y en los países con dictaduras militares?

En Cuba existe un gran número de personas involucradas en los órganos de la Seguridad del Estado, que tiene como uno de sus objetivos fundamentales la represión a opositores.

Los actuales gobernantes desde que llegaron al poder comenzaron a crear el llamado Departamento de Seguridad del Estado (Policía Política) que hoy es el encargado de reprimir a la disidencia, los defensores de los Derechos Humanos, los periodistas independientes y todo aquel que no esté de acuerdo con la política oficial.

La misión de estos policías de la Seguridad del Estado con respecto a la oposición es difamar, acosar, mantener una vigilancia estricta, persecuciones, tratar de involucrar a los opositores en delitos comunes para encarcelarlos.

Muchos son los que se preguntan el por qué de tanta arbitrariedad si en todas partes del mundo existen partidos opositores. Claro, hablamos de países democráticos.

Una señora de 63 años de edad residente del reparto Mulgoba, del municipio Boyeros, quien no quiso dar su nombre, manifestó: “Soy una de las tantas personas que apoyó el proceso revolucionario, confié tanto que me cegué, vivo arrepentida de haberle sido fiel a lo que ha sido como un terremoto, o mejor, la desgracia de Cuba”.

Comenta Rodolfo Noda, quien reside en Santiago de las Vegas, Ciudad de la Habana: “Hemos visto cometer injusticias muy recientemente contra las Damas de Blanco, que estuvieron un domingo casi siete horas bajo consignas e insultos de todo tipo.

Son muchos los que tienen las manos sucias, personas sin corazón, hay algunos que no quieren involucrarse en abusos, pero al recibir la orden de hacer tales cosas y hacerlo, pasan a la lista de los sin corazones. Sin embargo, ellos también son seres humanos que sienten el temor de que si hay un cambio radical en el país, puedan ser sometidos a los tribunales como ha sucedido en las naciones sudamericanas en que hubo dictaduras militares”.

Desde que Raúl Castro tomó el poder, la situación se ha tornado muy difícil, y la represión ha aumentado, pero los luchadores pacíficos no claudican.

Asegura la señora de Mulgoba: “Ya las personas han despertado, lo que es un gran avance, todos saben que el camino aún es largo y difícil pero no por eso dejan de luchar, de ahí la gran admiración que siento por los defensores de los derechos humanos, que aunque la Seguridad los tiene bajo un azote constante, no se rinden”.

Fotos: Ainí Martín, Iván Sañudo, Marcelo López

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