Publicado para hoy 25 de junio
Por Lucas Garve
Mantilla, La Habana, (FLE*-PD) No porque el conejo sea blanco es enfermero. Confundirnos en esto es lo que pretende una página de Internet identificada con el nombre de Cuba Nuestra.
En esa página aparece una foto de la Sra. Miriam Leiva de Espinosa Chepe a la que santifican por el chaparrón de críticas que le ha caído encima como aguacero de mayo por causa de un texto firmado por ella y otras señoras en que opinan sobre el contencioso entre el régimen cubano y las Damas de Blanco por la presencia en sus marchas de las llamadas “damas de apoyo”.
También añaden una foto de la Sra. Laura Pollán con una expresión de furia en el rostro, tomada sin duda durante uno de los mítines de repudio que padeció en meses pasados en la puerta de su casa, pero utilizada ahora para demonizarla. En el texto que la acompaña, se expresa el desacuerdo de la Sra. Pollán y las Damas de Blanco con el texto firmado por la mencionada Sra. Miriam Leiva de Espinosa Chepe.
Si la mala leche vertida en una página digital pudiera servir para hacer yogurt, Cuba Nuestra bien que pudiera ganar mucho más en producirlo desde los helados confines de Suecia.
Por tratar de ser objetivo, no quiero opinar acerca de lo que piensen ambas señoras sobre el asunto de las damas de apoyo, sino defender el derecho a la lectura de una buena prensa digital y a la no utilización de esta para echar leña al fuego de división.
Además, al decoro y al respeto que la Sra. Laura Pollán de Maseda ha ganado decentemente, reconocimiento internacional por la correspondiente entrega a la tarea a que se dedicó desde que su esposo Héctor Maseda fuera arrojado en las prisiones cubanas.
A diferencia, la Sra. Pollán de Maseda ofreció su casa y todo su tiempo a lo que muchos pensaron hacer, pero no hicieron. No solamente defendió a su esposo preso, sino que multiplicó la esperanza de vencer la injusticia en muchas mujeres más y en igual situación.
Domingo a domingo, durante siete años, han marchado con la dignidad en el corazón y un gladiolo en la mano. Por esto, han ganado un espacio y un reconocimiento local, nacional e internacional. Ellas son las Damas de Blanco. Y en primera fila, marcha la Sra. Laura Pollán de Maseda.
Muchas veces me ha expresado ella misma que ese grupo no tiene un líder, por no ser un partido político ni un movimiento opositor. Ellas reclaman sólo la liberación de sus esposos y familiares injustamente condenados a penas de reclusión exageradas. Esta es una de las bases de su credibilidad.
Últimamente, las Damas de Blanco han recibido ciertas críticas lanzadas desde el lado opositor. Cualquiera puede criticar a otro. No se puede pensar que alguien es infalible. Hay que acostumbrarse a escuchar opiniones que estén en desacuerdo con lo que uno hace. Pero satanizar una figura que no se lo merece, no es labor merecedora de respaldo, crédito ni respeto. Es lamentable que este “hombre de Cuba Nuestra” haya llegado a caer en el abismo que critica en otros.
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