Por Moisés Leonardo Rodríguez
Cabañas, Habana,(PD) Dice un viejo refrán de que todo es del color del cristal con que se mira. La persistente y creciente crisis cubana puede interpretarse de formas diversas, según el modo en que se enfoque.
El enfoque político permite explicar el problema cubano como determinado por el diferendo bipolar entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos. Muchos ciegos y desleales utilizan este enfoque para justificar el inmovilismo, la intransigencia y la represión del gobierno cubano y sus secuaces al presentarlos como “víctimas del cruel bloqueo imperialista”.
Otro enfoque es ver a los atrincherados gobernantes cubanos como el último bastión de la Guerra Fría. Durante ella, el oficialismo de la URSS y sus satélites pronunciaban discursos inflamados contra “el gran enemigo de toda la humanidad” mientras en la práctica mantenían sus disfuncionales economías con los dineros y recursos procedentes del enemigo al otro lado de la Cortina de Hierro.
Detrás de esos enfoques unilaterales y parcializados a favor de los intereses de los que los utilizan, se encuentra la verdadera esencia: la contradicción ente gobernantes y gobernados en la isla, que ha llegado a ser antagónica en el sentido marxista del término, es decir, soluble solo con la desaparición de uno de sus polos en el sentido físico del aniquilamiento o su transformación en una identidad radicalmente nueva.
Es totalmente disparatado imaginar siquiera la desaparición física de los gobernados o su sometimiento pasivo eterno al estado de degeneración continua e irreversible impuesto por los que detentan el poder en la actualidad.
Solo queda entonces como posibilidad real de solución de la contradicción la transformación del poder conforme a lo demandado por los nacionales y su vida cotidiana, marcada en esencia por el temor y la miseria.
Este paso primordial y esencial para la solución del actual conflicto cubano provocará, como reacción en cadena, la solución de los conflictos asociados, como es el caso del embargo del gobierno norteamericano, las anticuadas posiciones de beligerancia ante molinos de viento tomados por gigantes y otras máscaras que entonces resultarán inútiles.
corrientemartiana2004@yahoo.com
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