LA CLARIA TRANSGÉNICA

Por Frank Correa

Jaimanitas, La Habana, (PD) Entre las inventivas alimentarias socialistas cubanas para enfrentar el periodo especial, aparece con rasgos distintivos la claria transgénica, una especie de pez de agua dulce originaria de Asia, adaptada a las condiciones de la isla y que se ha incorporado ya a la leyenda popular.

Desarrollada de manera primigenia en el Centro Experimental de Alevinaje, los ejemplares logrados con cruces con otras especies como el Ojo de Toro y el Pez Gato mostraron magníficas cualidades de adaptación al clima cubano. Durante años fue sembrada en ríos, presas y estanques, multiplicándose rápidamente, para incorporarse como plato fuerte en el menú de comedores obreros y un renglón importante en la venta de las Empresas de Mercomar, comercializadora de productos a la población.

Pero campo adentro son muchas las anécdotas que se cuentan sobre su voracidad y sus dotes anfibias para desplazarse fuera del agua, entre los surcos, provocando daños en las cosechas.

También ha resultado un efectivo depedrador de insectos, roedores y aves. En algunos lugares del centro de la isla, su aparición ha contrariado a más de un campesino, al sufrir los animales de corral el embate de estos especimenes.

Se cuenta la historia sobre un desaparecido en las inmediaciones del municipio cienfueguero de Rodas, que tras varios días de búsqueda, hallaron su cuerpo a la orilla de una presa, cubierto de clarias.

Los cuentos van desde mordidas de estos peces a transeúntes en los caminos cercanos a los ríos, hasta clarias dadas por muertas dentro de refrigeradores que han devastado espaguetis, jamonadas, y yogures.

Caricatura: Ilei Urrutia
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