Publicado para hoy 10 de julio
Por Pr Manuel Morejón Soler
San Miguel del Padrón, La Habana,(PD) Advierte la Biblia: “No confiéis en príncipes ni en hijos de hombre en quien no hay salvación.”
“Bienaventurado aquel cuya ayuda es el dios de Jacob, cuya esperanza está en el Señor, que hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; que guarda la verdad para siempre, que hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos.”
“El Señor pone en libertad a los cautivos. El Señor abre los ojos a los ciegos, el Señor levanta a los caídos, el Señor ama a los justos. El Señor protege a los extranjeros, sostiene al huérfano y a la viuda, pero trastorna el camino de los impíos.”
(Salmo 146:3 y 5, 7-10).
En Cuba, casi todos aspiran a vivir a expensas del Estado, ya sea de sus organismos ineficientes e improductivos o del extremo diagonalmente opuesto: la delincuencia y la ilegalidad. Olvidan que solamente un minúsculo clan sostenido por bayonetas es quien vive a expensas del pueblo, en franco incumplimiento constitucional. Y en el pueblo recae toda la responsabilidad de la mala administración del gobierno.
Si las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) son patrocinadas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), ¿hacia dónde irán esas recaudaciones y para qué? ¿Existe algún otro país donde el ejército sea quien patrocine el comercio?
En Cuba, los valores e intereses del príncipe son opuestos a los del pueblo. Una casta no hace la Patria. Todos somos la Patria.
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