PUBLICADO PARA HOY 21 DE AGOSTO
Por Miguel Iturria Savón
El Cotorro, La Habana(PD) En el mes de julio, los grupos teatrales Buendía y El Público impresionaron a los espectadores y a la prensa especializada de Miami y Chicago. Las compañías cubanas llevaron versiones de creadores europeos que exhibieron previamente en La Habana, donde son admirados por la constancia renovadora de sus propuestas, la profundidad conceptual y la forma de hacer y decir desde el escenario.
Como ya comentamos La visita de la vieja dama, convertida en metáfora teatral de lo cubano por Buendía, nos detendremos ahora en el espectáculo de El Público, otro peso fuerte de la escena insular, fundado en 1992 por el teatrólogo Carlos Díaz, quien dos años antes dio a conocer su vocación transgresora con una trilogía de obras norteamericanas, continuadas con montajes como Las criadas, El Público, Calígula, El rey Lear, La Celestina, María Antonieta o la maldita circunstancia del agua por todas partes, Las brujas de Salen y, recientemente, Josefina la viajera.
El Público, como aquella obra homónima y surrealista escrita en 1930 por García Lorca durante su estancia en New York y La Habana, es un elenco que apuesta por lo difícil, la provocación, la complejidad del trabajo actoral y la simplicidad escénica.
Días atrás, Carlos Espinosa Domínguez resumió los rasgos del grupo en “el despliegue visual, el travestismo, la parodia, el juego intertextual, el sentido espectacular y el artificio estético elocuente”. Mientras, el dramaturgo Abel González Melo advierte que Carlos Díaz es “el más irreverente de los directores” por el desparpajo al enfrentar las normas y hablar de la actualidad, y por el sentido ecléctico y barroco de sus realizaciones.
Las amargas lágrimas de Petra von Kant fue la propuesta de El Público dentro del Out in the Tropics. GLBT Perfoming Arts Theater, escenificada además en el Colony Theater de Miami, donde desató aplausos y porfías. La obra es una versión de la pieza dramática del alemán Rainer Werner Fassbinder, quien la llevó al cine, lo cual parece un punto de referencia en el montaje de Carlos Díaz, que cuenta la compleja historia del amor lésbico de Petra, la famosa diseñadora de moda, liberal, posesiva y arrogante, fascinada por una joven humilde y oportunista, ante la que pierde el control y, sin proponérselo, sucumbe en los celos, la intolerancia y las relaciones de dominación que la distanciaron de los hombres.
En este “drama claustrofóbico y oscuro”, Carlos Díaz carga la mano en las retorcidas pasiones homosexuales, expresión del espacio ganado por los artistas gays dentro de la isla. Como al director le gusta encargar los roles femeninos a hombres que sientan cátedras por su desempeño actoral, el papel de Petra von Kant es asumido por el camaleónico Fernando Echeverría, acompañado por Léster Martínez, Yanier Palmero e Ysmercy Salomón, quienes también demuestran excepcionalidad actoral.
Buendía y El Público son dos caras distintas del teatro cubano contemporáneo, pero ambos enfrentan al espectador a problemas e interrogantes que marcan la realidad.
El primero radica en una iglesia copta, ubicada en Loma y 39, municipio Plaza; el segundo en el antiguo cine Trianon de la calle Línea, en El Vedado, La Habana.
culturakiss@yahoo.es
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