viernes, 6 de agosto de 2010

ROMA PAGA A LOS TRAIDORES, PERO LOS DESPRECIA

Publicado para hoy 7 de agosto


Por Pr Manuel Morejón Soler

San Miguel del Padrón, La Habana,(PD) Dicen las Sagradas Escrituras: “Oíd, hijos, la enseñanza de un padre; estad atentos para adquirir entendimiento. No abandonéis mi instrucción, porque yo os doy buena enseñanza. Pues yo también fui hijo de mi padre, tierno y singular delante de mi madre. Y él
me enseñaba y me decía: “Retenga tu corazón mis palabras; guarda mis mandamientos y vivirás.” (Libro de Proverbios, 4:1-4)

A la Iglesia Evangélica en Cuba no le dan su lugar en los eventos concernientes a ella. Se estima que en sus funciones al Presidente del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC), Rev. Marcial Miguel, le correspondiera ser un regidor en los programas de los “Pastores por la Paz”, pero solamente aparecen en la palestra los Reverendos Raúl Suárez y Odén Marischal, ambos, además, diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

¿Cuáles son los problemas que sufre esta iglesia que no puede ocupar el lugar que le debiera corresponder como participante en eventos religiosos y de consejo?

Se pudiera revelar la respuesta en el siguiente fragmento de un artículo aparecido recientemente en la red: “Hay Iglesias en Cuba que sólo actúan para amancebarse con el régimen represivo de la Isla. La mayoría de ellas se agrupan en el llamado Consejo de Iglesias de Cuba. Carentes de autoridad moral, quedan relegadas al plano de la sumisión más lamentable. Siendo así, ¿Qué autoridad moral tienen para ser llamadas a consulta?

A estos evangélicos agrupados en el Consejo de Iglesias de Cuba sólo les queda arrastrarse. Genuflexión y silabeos sólo conocen estos que no tienen ni el respeto de los amos.”

“La vergüenza se compone del deseo de agradar y del temor de no conseguirlo.”
Edme Pierre Beauchêne (1748-1824); médico y escritor francés.

“El grado de vergüenza de una persona mide exactamente su valor espiritual.”
Sören Aabye Kierkegaard (1813-1855); filósofo danés.

“Amarga es la pena que nace de la vergüenza.”
Séneca el Filósofo, Lucius Annaeus (c.5 a. C.-65 d. C.); filósofo hispano-latino.

Judas Iscariote fue el traidor que entregó al Señor (Juan 12:6). Aun cuando parecía que los otros discípulos de Jesús le tenían confianza hasta el fin, Jesús, sin embargo, no pudo ser engañado (Juan 6:64) sino que supo desde el principio quien lo habría de traicionar. Fue durante la última cena que Jesús reveló que uno de ellos lo traicionaría (Juan 6:71). En ese momento Satanás entró en Judas. Jesús lo despidió y Judas salió a hacer lo que ya había planeado (Marcos 14:10). Vendió a Jesús por 30 piezas de plata y lo traicionó con un beso. Luego, lleno de vergüenza y remordimiento, arrojó el dinero ante los principales sacerdotes y los ancianos (Mateo 27:3-10), se fue y se suicidó (Mateo 27:5;Hechos 1:18). En la lista de los apóstoles, está siempre mencionado en último lugar.

¿Acaso la capacidad del Señor en su misericordia no es mayor que la de nuestros pecados si nos arrepentimos de todo corazón? ¿No es ÉL fiel siempre a pesar de nuestras infidelidades?

El gran pecado de Judas fue menospreciar la capacidad de gracia y misericordia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo para otorgarnos el perdón y restaurarnos.

La Iglesia se puede perder solamente por la timidez de no desafiar el reto que le ha puesto DIOS por delante en este tiempo. Lo que la Ley no prohíbe puede negarlo la vergüenza.

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarlos y limpiarnos de toda maldad. (1ª de Juan 1:9)

imorejon@yahoo.es

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